La Secretaría de Salud Mental, recibió 1.892 consultas por adicciones en 2011. En el primer semestre de 2012, fueron 1.042.

El municipio relevó a 3.800 familias de 25 barrios y determinó que la zona sudeste es la más vulnerable a las drogas.

Después de la ciudad de Salta, los distritos con mayores problemas de adicción a drogas y alcohol son Orán y La Merced.

El consumo de drogas avanza sin frenos en la ciudad de Salta y corre paralelo con la cantidad de personas que no solicitan asistencia y contención por temor a ser discriminados y excluidos de la sociedad. De un relevamiento que el municipio realizó tomando como base 3.800 familias de 25 barrios de la ciudad, se determinó que los más comprometidos son los barrios ubicados en la zona sureste: San Benito, 26 de Marzo, Siglo XXI y el asentamiento Sanidad.

“El problema del consumo y la venta es una realidad muy grande. La droga avanza fuerte en la ciudad y pese a las acciones que se puedan realizar es difícil detenerla”, expresó la concejal Frida Fonsecas (PJ), quien participó del relevamiento que el área de Militancia Social del municipio desarrolló durante 60 días.

El paco, la sustancia más consumida por los jóvenes en los distintos barrios capitalinos, lidera el ránking de los estupefacientes preferidos, y ello es lo que genera alarma.

Conforme a los datos provistos por la Secretaría de Salud Mental y Abordaje Integral de las Adicciones, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Salta, en el primer semestre del año, el Servicio de Orientación y Consulta de ese organismo registró un total de 1.042 consultas. El 51,34% de las personas atendidas fueron derivados a rehabilitación por consumo de drogas y alcohol a distintas instituciones. El 79% de los pacientes eran hombres, y el 21% mujeres. La mayoría pertenece al rango etario que va entre los 12 y 25 años.

Durante el año 2011 aquella área de la Secretaría de Salud Mental recibió 1.892 de las cuales el 41,17% lo hizo por exceso de droga y alcohol.

“La mayoría de las familias no acceden a pedir ayuda porque consideran que pueden ser discriminados y quedar marginados de la sociedad. Muchos no lo hacen por vergenza”, sostuvo Fonsecas.

En diálogo con El Tribuno, Susana González miembro de Madres de Lucha contra el Paco de la Red Nacional de Padres Preventores, explicó que en base a los estudios con los que cuenta, los barrios afectados son muchos más. Agregó: Villa San Antonio, 17 de Octubre, Finca Independencia, Limache, Santa Ana, Norte Grande, San Ignacio y el barrio Intersindical. Susana es crítica del accionar de la Policía porque considera que no actúa cuando se denuncian los puntos en los que se vende droga.

“Los chicos se está muriendo y es muy difícil la situación porque los funcionarios y la Policía no intervienen para que se resuelva esto”, aclaró la mujer cuyo hijo se encuentra en proceso de recuperación del paco.

“El consumo aumentó por el tráfico de droga. Hay familias e hijos involucrados. Yo creo que va actuando la falta de trabajo como elemento estimulador de la droga a lo que se le suma, la falta de contención”.

Capital e interior

La capital salteña concentra la mayor cantidad de casos de personas que fueron atendidos. En 2011, 19.645 personas se acercaron para pedir ayuda. En Orán y La Merced son distritos de la provincia que concentran más casos, aunque muy inferiores en comparación con los datos de la capital. “Hemos realizado un diagnóstico de situación y todo aumentó. Nosotros registramos los resultados del momento social que está viviendo la gente”, apuntó un médico del hospital San Bernardo.

“No vemos el dolor del otro”

“Somos tan egoístas que no vemos el dolor del otro”. Con esta frase, Susana González, miembro de Madre de Lucha contra el Paco de la Red Nacional de Padres Preventores, definió lo que siente en lo más profundo de ella: bronca e impotencia, pero no resignación.

“¿Por qué los funcionarios no hacen nada por nuestros hijos? Estoy harta de llamar a la Policía para decirles que están vendiendo droga; que vengan rápido ­pero me responden que no pueden hacer nada. Es algo inentendible!”, se quejó.

Esta madre, que intenta curar sola a su hijo (lo internó en su propia casa, le colocó suero y hace dos semanas que el joven no consume) relató que cada vez son más las adolescentes que se prostituyen para conseguir paco. “Hoy en Salta, según lo que nosotros estimamos, son 6 mil jóvenes los que consumen esa porquería y alcohol. Nunca vi un Estado tan ausente, todo es una máscara”. Agregó: “Yo hablé con el gobernador y el ministro de Seguridad, pero no les importó mi caso, ni el de muchas otras madres”.

Su hijo de 20 años “empezó juntándose en la esquina de mi barrio donde había jóvenes más grandes que el y le decían que pruebe que no sea maricón. Era un chico normal, con buenas notas, y dejó el colegio”, afirmó.

Una vez, cuenta Susana, “me disfracé de pipera, me preparé y me comportaba como ellos. Me vendieron y lo hice para mostrarle a la Policía quiénes son los que venden. Entonces, si yo pude porque ellos no pueden”.