El esfuerzo que realizaron alrededor de 1.100 jóvenes voluntarios de la organización no gubernamental Un Techo tuvo su recompensa: la colecta en Salta superó los $150.000 en los dos días que duró la campaña solidaria.

Cada peso que los voluntarios lograron recolectar reflejó, una vez más, la solidaridad de los salteños que se comprometieron con el fin que persigue esta institución: construir viviendas para los más necesitados. El total recaudado este año asciende a $155.000, monto que supera ampliamente lo que llegaron a juntar el año pasado. Los dos días de la colecta, 28 y 29 de septiembre, los voluntarios se dispersaron por toda la ciudad de Salta y se los podía observar en los semáforos, en la plaza 9 de Julio, en el parque San Martín y en muchos otros lugares. Pero no solo recorrieron la ciudad, sino que también dijeron presente en Orán, Tartagal y Rosario de la Frontera, donde cientos de salteños se ofrecieron a colaborar.

“Estamos muy contentos. Juntamos $155 mil. Una cifra alta, que refleja que los salteños colaboraron un montón”, sostuvo el director ejecutivo de la Un Techo en Salta, Maximiliano Solito. “No solo en los números nos fue bien. La cantidad de voluntarios que participó fue grande. La gente se portó excelente con Un Techo, motivo por el que estamos muy agradecidos”, agregó Maximiliano Solito. La colecta fue nacional y participaron más de 15.000 voluntarios en las distintas provincias, que con las alcancías de la fundación invitaban a la gente a colaborar. El año pasado Salta salió segunda en nivel de recaudación entre las siete provincias donde se realizó la colecta. Llegó a juntar $96.000 y este año, tal como lo indicaba la meta que se propusieron, pudieron superar la cifra. El conteo del dinero se realiza con la ayuda del Banco Hipotecario e interviene en la auditoría la Lotería Nacional. Solo un determinado número de personas, previamente autorizadas por la institución, pueden abrir las alcancías.

 Salta, un ejemplo

En Salta los voluntarios de Un Techo ya construyeron 172 viviendas en distintos barrios de la capital: Atocha, El Cambio, Bicentenario, Gauchito Gil, Congreso Nacional, Solís Pizarro, Fraternidad y Primera Junta. Cada una de las casas tiene un valor de alrededor de $9.000, y las familias beneficiarias solo tienen que abonar el 10% del valor. Con el fin de que se involucren en la realización de sus hogares, tienen que participar en la construcción.

Cena de gala

Para culminar las actividades de este año, Un Techo realizará un cena con el fin de recaudar fondos para la construcción de las viviendas.

El evento se realizará el próximo viernes 16 de noviembre en el salón de fiestas del Club 20 de Febrero.

 Erradicar la pobreza, el objetivo de Un Techo (Para Mi País)

La organización no gubernamental Un Techo (Para Mi País) es una institución con presencia en países de Latinoamérica y el Caribe (Chile, Bolivia, Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela, Costa Rica, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay), que se dedica a la construcción de viviendas para personas de escasísimos recursos que no poseen un hogar.

Nació en 1997 cuando un grupo de jóvenes chilenos decidió aportar su grano de arena en la lucha contra la pobreza.

La misión principal es superar la situación de pobreza en la que se encuentran las personas que viven en asentamientos. Los miles de voluntarios que participan en la organización tienen la convicción de que ello es posible.

El modus operandi de Un Techo no solo se limita a la construcción de viviendas, sino que apunta a desarrollar vínculos que promuevan el desarrollo comunitario en los asentamientos en los que trabaja. Para ello implementa distintos trabajos con la colaboración de miles de voluntarios.

Cuando se embarcan en la construcción de viviendas, primero seleccionan la zona o el asentamiento donde trabajarán. Realizan un relevamiento para determinar la calidad de vida de los habitantes y las condiciones socioeconómicas del lugar. Por último, construyen, con la colaboración de las familias beneficiarias.

Además, entre otras actividades, realizan talleres sobre educación, salud e implementan el desarrollo de microemprendimientos productivos en los barrios carenciados.