Una vez más el represor Luciano Benjamín Menéndez estará en el banquillo de los acusados. Más de 700 testigos aportarán sus declaraciones, a partir de mañana, en el juicio oral y público por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en Córdoba, en el marco de la megacausa del excentro clandestino de detención La Perla, en la cual Menéndez es el principal imputado.

El fiscal subrogante de la causa, Carlos Gonella señaló que La Perla “es una de las causas más grandes del país y la más importante de Córdoba, con aproximadamente 500 víctimas y más de 700 testigos entre familiares, víctimas sobrevivientes y personal de las fuerzas de seguridad”. Durante el juicio, ante el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba se sentarán en el banquillo de los acusados 46 represores, entre los cuales están Menéndez, Ernesto Guillermo Barreiro, Jorge Exequiel Acosta y Luís Gustavo Diedrichs, los últimos tres exjefes de sección del Destacamento de Inteligencia 141, cuya base operativa era La Perla. También se encuentran imputados Luís Manzanelli y Arnoldo José López (torturadores de La Perla); Carlos Yanicelli y Yamil Jabour del Departamento de Informaciones de la Policía y Hector Pedro Vergez, exjefe de La Perla.

El horror empezó antes de 1976

El edificio donde funcionó La Perla, ubicado sobre la Ruta Nacional 20 -que une Córdoba y Carlos Paz-, funcionó como centro clandestino desde 1976 a 1978 bajo la órbita del III Cuerpo de Ejército, a cuyo frente estaba el represor Menéndez.

El fiscal Gonella destacó que la megacausa “cubre un amplio espectro de hechos que van desde fines de 1975, en los que intervinieron elementos policiales y militares integrantes de los Comandos Libertadores de América (CLA), versión local de la Triple A”.

Precisó que en esta causa también figuran los hechos cometidos durante los años 1976 y 1978 en el Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba y en el excentro clandestino de detención La Ribera.

“Los delitos que se imputan -agregó- son privación ilegítima de la libertad agravada, imposición de tormentos agravados, lesiones gravísimas y homicidios calificados, entre otros”.

Esta megacausa, cuyo juicio se estima durará alrededor de un año y medio, “es el resultado de la acumulación de 16 causas que se tramitaban por separado”, puntualizó el fiscal.