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Albos y santos se juegan a todo o nada la chance de seguir con vida, a las 16:30. Será un partido a cara o cruz.
2 DE Abril 2012 - 15:35
Un clásico apasionante por donde se lo mire, con mil condimentos futbolísticos y también externos, con un marco de público que amenaza con darle color a un gris lunes feriado y con dos equipos que se juegan la reivindicación, el futuro y “la ropa” en la reválida del torneo Argentino A. Por todos estos ingredientes, el duelo salteño de esta tarde entre Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana presagia un encuentro apasionante y con definiciones que pueden marcar el curso a futuro de ambas instituciones. Albos y santos se enfrentarán hoy, desde las 16.30, en el Gigante del Norte, en trascendental encuentro que contará con el arbitraje del tucumano Ariel Montero.
Tanto los dirigidos por Víctor Alfredo Riggio como los de Iván Delfino tienen una premisa clara, concisa y contundente: prohibido perder. Porque estará en juego nada menos que seguir conservando la vida en el torneo, como así también aquello que millonarios y antonianos en igual medida quieren evitar: el rótulo de fracaso prematuro y el tallar y dar de nuevo a falta de dos fechas para el final de esta instancia.
Los dos tienen, deportivamente hablando, la soga en el cuello. El albo viene de perder en Sunchales de manera inmerecida, pero el golpe le bastó para neutralizar aquella bocanada de oxígeno que había conseguido pese a perder su otro clásico.
Sin embargo, pese a que las exigencias le caben de igual manera a los dos, es sin dudas Juventud el más presionado y el que vivió los momentos más traumáticos luego del choque con el cuervo. El pésimo presente, la flojísima campaña 2012, la incendiaria realidad de un equipo que se preparó para el ascenso y termina hipotecando la ilusión de los genuinos hinchas y la amenaza de los inadaptados que destrozaron el Martearena como máxima expresión de bronca, cargan de tensión el difícil panorama antoniano.
La hora de la verdad llegó para albos y santos.Y está prohibido perder.