El presidente chileno Sebastián Piñera anunció este jueves una reforma tributaria, que incluye un alza de impuestos a las empresas y una rebaja a los de la renta de las personas, para recaudar entre 700 y 1.000 millones de dólares por año, que serán destinados a la educación.

"Esta reforma (de la educación) requiere una reforma tributaria, que nos permita financiarla en forma seria,
responsable y sustentable", dijo Piñera al anunciar el ajuste en un mensaje al país.

"El cien por ciento de los mayores recursos que recaude esta reforma tributaria, se destinarán a financiar la reforma educacional", agregó el mandatario.

La reforma, que será ingresada al Congreso el próximo lunes, busca aumentar la recaudación fiscal en un rango "que fluctuará entre los 700 y 1.000 millones de dólares al año", explicó Piñera.

El pilar de la reforma lo constituye un alza al impuesto permanente sobre las utilidades de las empresas, desde el 17% al 20%. 

Este impuesto fue subido transitoriamente al 20% tras el terremoto de febrero de 2010 y debía volver al 17% en 2013. Hoy está fijado en un 18,5%.

La reforma incluye también una reducción del impuesto a la renta, con rebajas que fluctuarán entre el 10% y el 15%, rebajando en mayor medida a los grupos de menores ingresos.

La reforma inicialmente fue calificada de "insuficiente" por la oposición que tiene mayoría en el Senado.
 

Los recursos buscan financiar una reforma educacional en curso, considerada también "insuficiente" por los estudiantes, que exigen desde el año pasado educación pública gratuita y de calidad, en un país que cuenta con uno de los sistemas educativos más desiguales del planeta.

Las protestas estudiantiles han derribado la popularidad de Piñera, a un actual 29%.