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14 DE Junio 2012 - 05:04
Los comandos especiales en Malvinas estaban preparados para combatir delante de la línea enemiga. La lista de muertos, heridos y condecorados es coherente con esta afirmación. La Segunda Compañía de Comandos del teniente coronel Aldo Rico llegó a Malvinas el 27 de mayo, una vez que se desechó en el continente la hipótesis de guerra con Chile. La compañía de 40 hombres incluía al equipo especial Alacrán, la elite de Gendarmería y a la Compañía de Comandos 601. Perdieron la vida 10 patriotas y 19 fueron heridos. “Contra unidades de conscriptos el asunto era relativamente fácil, pero cuando combatíamos contra soldados profesionales nos causaron serios problemas”, reconoció más tarde el jefe militar inglés Jeremy Moore.
Por eso cuando Rico se enteró de la rendición, en pleno combate, le pidió al teniente coronel al comando del Regimiento Nº 25 de Infantería, Mohamed Alí Seineldín, una medida desesperada que muestra el carácter de estos combatientes. Solicitó que destituyan al gobernador argentino de las islas para poder seguir resistiendo. A pesar de esas ganas, Rico dice que sabía que la guerra se perdía “desde el primer día en Malvinas”.
Haciendo un análisis de las causas militares de la derrota, Rico señaló: “Se planteó la defensa de Puerto Argentino en la isla Soledad y eso no se cumplió. No se hizo todo lo posible para defenderlo, al punto tal que cuando los ingleses atacan, las defensas estaban prácticamente improvisadas.
Se habían hecho en los últimos tres días, con soldados ya cansados, sin la adecuada convicción, sin el apoyo de fuego. Todo un error de conducción, que tenía varios principios para aplicar. Lo primero es que no tenía en claro lo que quería hacer, perdió el objetivo. Si hubiéramos defendido solamente Puerto Argentino, sin mandar tropas innecesarias a la isla Gran Malvina, a lo mejor seguiríamos ahí. En Malvinas sobraban más de la mitad de las tropas”.