Tuvo que pasar mucha agua bajo el puente para que finalmente se confirme a Iván Delfino como DT de Juventud Antoniana para la próxima temporada del torneo Argentino A.
 Idas y vueltas, reuniones frustradas, un sinfín de incoherencias dirigenciales, proyectos que se imponían y que luego terminaron tirándose a la basura y escandalosos pedidos de renuncia de por medio fueron algunos de los hechos por los que el hincha tuvo que esperar más de un mes antes de que la directiva confirme al entrenador.
¿Con qué necesidad se dilató tanto el tema de la elección del nuevo DT? ¿Por qué se puso innecesariamente sobre el tapete el nombre de otros técnicos y se dio mil vueltas sobre el asunto cuando las papas quemaban y los tiempos apremiaban? Lo cierto es que la comisión directiva (CD) del santo resolvió en la tarde de ayer que Delfino sea el nuevo DT, tal como lo había anunciado El Tribuno en su edición de ayer. El sunchalense fue elegido casi por unanimidad.
La elección giró en torno a dos nombres, pero el otro candidato -Gabriel Perrone, ex ayudante de Timoteo Griguol- fue desechado de plano en la mesa de decisiones y su nombre prácticamente descartado a la hora de votar (obtuvo sólo cuatro votos).
El ex entrenador de Libertad de Sunchales recibió la noticia con beneplácito, pero a su vez es consciente de la feroz interna y los innumerables problemas financieros que pueden llegar a condicionar su trabajo y la misma elección de los refuerzos. Delfino arribará el lunes a Salta para reunirse sin mediar preámbulos con el presidente Rubén González, ya que antes de asumir sus funciones deberá asegurarse de que algunas condiciones se cumplan y negociar el tema económico (sufriría una reducción en su sueldo).
Minutos después de conocer la decisión dirigencial de renovarle la confianza para la temporada que se avecina, Delfino manifestó en diálogo con El Tribuno su alegría por volver a tener la posibilidad de trabajar y por concretar una revancha tras su “apresurado” proceso en las últimas fechas del campeonato pasado, cuando tuvo que agarrar una brasa encendida y plagada de urgencias.
Esta vez, él tendrá la posibilidad de armar y moldear el equipo, pero también reconoce que el incendio financiero del club puede condicionar su nuevo proceso. “Me llamaron y me sorprendí un poco, estoy contento por esta nueva oportunidad, pero hay muchas cosas que se tienen que hablar. Se dio de golpe, pero tengo las expectativas de todo técnico que quiere trabajar. Hay muchas cosas que se tienen que aclarar y asperezas que se deben limar. Un tema que preocupa es el presupuesto que tiene el club, en función de eso tenemos que armar el proyecto y contratar refuerzos. Hoy Juventud tiene muchos conflictos, pero las internas no me interesan, yo iré a trabajar y a hacer lo mío. Solo espero que se den pasos seguros”, fueron las palabras del DT santafesino, quien luego añadió: “Sé que me estoy exponiendo, pero ya me expuse otras veces y lo hice sin contrato. Pero al optimismo jamás lo dejo de lado”.
Además señaló que deberá rever el tema de aquellos jugadores que le propuso Mariano Mera.