El fallecimiento de un niño de 9 años, oriundo de Isonza, departamento de San Carlos, en el hospital Materno Infantil el 1 de julio, desató la polémica sobre las carencias de infraestructura de salud que tienen los hospitales del interior para atender las emergencias. También salió a relucir la falta de un tomógrafo en el Hospital de Niños. El ministro de Salud de la Provincia, Enrique Heredia, aseguró a El Tribuno que “alcanza con el tomógrafo que tenemos en la ciudad, en condiciones de racionalidad de uso”.
El ministro explicó que no todos los pacientes que llegan al Materno Infantil con un cuadro de traumatismo craneano necesitan una tomografía y aclaró que en ese centro médico de referencia no se ha considerado incorporar uno. Heredia resaltó que la demanda actual es cubierta con el Centro de Tomografía Computada que pertenece a la Sociedad del Estado.
 

Los registros estadísticos del Hospital de Niños que maneja el ministro dicen que en 2011 se atendieron tres mil traumatismos encéfalo craneanos, de los cuales necesitaron tomografía unos 350 por semestre. Agregó que el diagnóstico por imagen no solo necesita de la aparatología, sino también del personal idóneo como ecografistas, que en Salta son escasos.
“Sinceramente no sé si podríamos haber evitado ese traumatismo. La mayoría de los que opinó dijo que se podía haber evitado y eso para mí es una aseveración muy temeraria”, sostuvo Heredia. Agregó que la solución no pasa por dotar de esta aparatología a los hospitales del Valle Calchaquí, porque para eso existe el sistema de derivación de complejidad creciente.

“Sería una inversión de 1 millón de dólares, que significaría toda la infraestructura necesaria. Nosotros trabajamos para la emergencia, y la alta complejidad concentrarla en centros más especializados”, aclaró el ministro, quien mencionó que ése es un criterio de racionalidad sanitaria que rige en la provincia y que implica trabajar en red y en coordinación entre las partes, incluido el sector privado.