Ayer le tocaba el turno a José Pedraza, pero el líder de la Unión Ferroviaria se negó a declarar en el juicio que se sigue junto a otros implicados por la muerte del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra. El sindicalista se limitó a brindar sus datos personales ante el tribunal frente al que se definió como empleado. Pedraza no especificó empleado de qué empresa era, pero sí detalló que al momento de su arresto tenía un salario de 25 mil pesos. “Voy a declarar, pero lo voy a hacer más adelante”, expresó.
 

En los años 80 y 90 Pedraza (68) perteneció a los grupos de gremialistas más poderosos del país. En los 60, Pedraza trabajó en el ferrocarril Belgrano pero en esa década comenzó su actividad sindical que desarrolló hasta la actualidad.
 

Durante su presentación Pedraza informó que es casado, nacido en Deán Funes (Córdoba), que cuenta con dos hijos de un primer matrimonio y que actualmente vive en la calle Azucena Villaflor 679, piso 18 departamento B, en el lujoso Puerto Madero.
 

A raíz de haberse negado a prestar declaración indagatoria, el presidente del Tribunal, Horacio Díaz, dispuso que se lean las respuestas de Pedraza al ser indagado durante la instrucción. “Mal podríamos estar en contra de los tercerizados, porque nosotros fuimos quienes los propusimos”, respondió el sindicalista en aquel momento.
Además, aseguró “no hubo organización para cometer delitos” y rechazó los cargos que se le imputan como instigador del crimen en el que -según la Justicia- existió un acuerdo criminal en el que cada uno tuvo roles diferentes.
 

El gremialista acusó que desde “el PO se aprovechó la situación porque quería meter a 150 activistas, quería ganar espacios políticos para ganar las internas en el gremio”.
Sobre los responsables del crimen en esa declaración Pedraza sostuvo que fueron extraferroviarios. “No me consta que compañeros ferroviarios hayan ido armados”, aseguró.