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Los muertos por la represión ya suman 15 y los heridos alcanzaron el millar desde el miércoles en países musulmanes. Al Qaeda instó a atacar más embajadas y a matar diplomáticos. Hubo nuevas protestas en Australia y Francia.
15 DE Septiembre 2012 - 22:13
Más víctimas y nuevas arengas. Los muertos por la represión de fuerzas de seguridad a los ataques contra embajadas de EEUU y otros países occidentales en Medio Oriente ya suman quince desde que comenzaron los disturbios el miércoles pasado contra una delegación en Bengazi, Libia.
Al mismo tiempo, los heridos superaron el millar de musulmanes, aunque algunos de ellos no participaban de las manifestaciones y sufrieron accidentes de tránsito por hallarse en medio de ellas.
Ayer murieron un manifestante en Egipto, dos más en Túnez y otros dos en Sudán, mientras que los heridos en las última protestas en esos países sumaron otras 450 personas.
Mientras tanto, Estados Unidos, a través de su secretario de Defensa, León Panetta, anunció la movilización y reposicionamiento de sus tropas en 18 destinos cerca de países musulmanes.
Por su parte, al Qaeda arengó a sus seguidores a imitar el ejemplo de Libia y atacar embajadas americanas en todo el mundo para obligar a EEUU a retirar sus diplomáticos o directamente a asesinar al personal de las esas delegaciones.
Aprovechar la ola
El comunicado difundido en internet sugiere que al Qaeda trata de aprovechar la ola de airadas protestas en el mundo musulmán por una película producida en Estados Unidos que denigra al profeta Mahoma.
Además, ayer se conoció un nuevo comunicado de la red islamista radical que explica que el ataque al consulado en Bengazi se produjo en venganza por la muerte del número dos de esa organización en Yemen.
Esto hizo que la inteligencia norteamericana admitiera que estudian si los ataque en Libia estuvieron planificados por al Qaeda para generar más desestabilización en ese país y aprovechar la confusión para cometer los crímenes.
Si bien es cierto que la inconformidad fue azuzada principalmente por islamistas ultraconservadores, indignados por la película, las autoridades estadounidenses y libias investigan si las protestas fueron una fachada para que milicianos atacaran el consulado de Estados Unidos en la ciudad libia de Bengasi y mataran al embajador Chris Stevens y otros tres norteamericanos el martes.
En Australia y Francia
Ayer se registraron otros hechos de violencia en Australia y Francia vinculados con la película. En Sydney, la policía antimotines chocó con unos 200 manifestantes frente al consulado de Estados Unidos.
Y en parís, Francia, alrededor de un centenar de islamistas que organizaron una manifestación no declarada junto a la embajada estadounidense fueron detenidos.
El FBI no puede llegar a Libia
Los agentes del FBI encargados de analizar el consulado estadounidense en Bengasi, donde falleció el embajador Chris Stevens y otros tres empleados, retrasarán su viaje a Libia hasta que no haya condiciones más seguras, según la CNN.
Los agentes del FBI esperaban llegar ayer a la ciudad libia, pero finalmente decidieron retrasar el viaje debido a la gran inestabilidad que se da en la zona.
La fuente oficial a la que recurrió la cadena explicó que “no tiene sentido poner a más personas en peligro cuando la situación todavía es inestable”.
El responsable del filme
El FBI interrogó ayer en California al supuesto creador del video islamófobo que provocó fuertes protestas en el mundo musulmán. El sospechoso, Nakoula Basseley Nakoula, se presentó en la comisaría de Los Angeles, si bien no fue ni arrestado ni detenido. El hombre, de 55 años, fue condenado en 2010 a 21 meses de prisión por fraude bancario, pero quedó libre un año después. Tenía prohibido el uso de internet por cinco años.