Conocido como “el sátiro de la bicicleta”, Emanuel Perandones Pérez, de 27 años, recibió una pena histórica: fue condenado a 49 años de prisión. Se estima que abuso sexualmente de por lo menos 30 mujeres entre 2005 y 2006 en varios barrios de La Plata. La resolución fue tomada por la justicia penal platense.

Emanuel Perandones Pérez atacó a mujeres de entre 14 y 22 años, la mayoría rubias o de pelo castaño claro.

El imputado ya había sido condenado por el mismo delito a la pena de 7 años de prisión -por el abuso de una mujer en la localidad de Adrogué- aunque en noviembre de 2005 recuperó la libertad por buena conducta, tras cumplir la mitad de la pena. También estuvo acusado de otro abuso cuando era menor edad por lo cual no fue a la cárcel.

Durante la investigación preliminar se pudo determinar que el “sátiro de la bicicleta roja” antes de cometer los abusos elegía a sus víctimas, estudiaba sus movimientos y sabía hasta dónde vivían -la mayoría de las mujeres fueron secuestradas a metros de sus casas-.

En el juicio, la fiscal Maribel Furnus explicó que el acusado se acercaba a las mujeres, les decía que tenía un arma de fuego y les pedía que lo tomaran de la mano para evitar sospechas, luego las subía a su bicicleta y las llevaba hasta un descampado, donde las violaba.

Tras cometer los delitos, que se produjeron en los barrios platenses de Tolosa, Ringuelet y Villa Elvira y en las ciudades de Ensenada y Berisso, Perandones Pérez se llevaba la ropa interior de las mujeres y en algunos casos llegó a robarle el dinero que las víctimas llevaban consigo.

El raid delictivo terminó en diciembre de 2006 cuando una de las víctimas reconoció al joven en una estación de servicio de la empresa YPF, en Ensenada, donde trabajaba de empleado. La mujer hizo la denuncia y fue detenido.

Los psiquiatras de la Suprema Corte bonaerense describieron al imputado como “un psicópata” que no tiene “empatía con el dolor de la víctima y no goza con el sometimiento sexual, sino con el sadismo, control y dominación”. La semana pasada la fiscal Furnus pidió una condena de 49 años y basó su solicitud en los reconocimientos de las víctimas, la idéntica manera de actuar en los 29 casos -en los que resultaron abusadas 30 víctimas- y en los resultados positivos de los estudios de ADN.