Cuando falta poco menos de un mes y medio para el fin de año, los gremios de distintas centrales sindicales comenzaron a reclamar el pago de un bono navideño para compensar la desactualización que los salarios sufrieron desde que fueran cerradas sus negociaciones paritarias a mediados del año.

Las cifras exigidas van desde los $2.000 que piden los gastronómicos, el gremio de Comercio y el sindicato docente de Udocba hasta los $6.000 que solicitan los recibidores de granos agrupados en Urgara. Entre esos reclamos quedan los pedidos de Camioneros ($5.000), empleados de peajes ($4.000), portuarios ($3.600) y Alimentación ($3.000).
Por su parte, agrupaciones sindicales de provincias como Córdoba, Chubut, Entre Ríos y La Pampa elevaron solicitudes que van de los $1.000 a los $4.000.

El pedido por un bono de fin de año se encuentra a la cabeza de la lista de reclamos del paro nacional que realizará el miércoles la CTA de Pablo Micheli. En el petitorio que llevarán en la marcha hasta el ministerio de Trabajo pedirán “un adicional salarial de $2.000 para trabajadores en actividad y jubilados para fin de año”, según se informó a través de un comunicado.

Este fin de semana, en tanto, el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, advirtió: “Si la inflación sigue creciendo, los gremios podemos pedir la reapertura de las paritarias”.
“Me causa sorpresa ver en la televisión cuando, al discutir sobre la inflación con otros dirigentes, algunos funcionarios del Gobierno contestan: Ah, ¿entonces vos querés un ajuste?’. ¿Y qué es lo que está pasando en el país desde hace ya algo más de dos años? ¿No ha habido un ajuste, una devaluación? ¿O los 100 pesos que uno llevaba al supermercado y le permitía llenar el carrito posibilitan lo mismo hoy? El ajuste ya está dado, la devaluación ya está dada. Hay que hacer un sinceramiento en la economía”, señaló.

Por último, vaticinó: “El que viene va a ser un año difícil, con conflictos. Ojalá no los haya, pero como está terminando este año, en que ya están preanunciando adelanto de vacaciones, suspensiones y despidos, puede convertirse en un año difícil. Sólo hay que ver lo que está pasando: estamos en una situación de bronca contenida, de falta de respuestas del Gobierno”.