Uruguay vuelve a “mostrar las uñas” con la Argentina. A menos de 15 días de que exhibiera su confianza en la propuesta que presentarán los equipos económicos de los países miembros del Mercosur a la UE para el libre comercio, ayer, el presidente José Mujica volvió a criticar la política de la administración kirchnerista y consideró que la Argentina tiene “un proyecto al estilo de 1960”.

En ese sentido, marcando un claro apoyo a la política de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el mandatario uruguayo señaló que la Argentina “se va cerrando cada vez más a la hora de solucionar los problemas” y advirtió que si esa política comercial se aplica con sus socios de la región le “quita el sentido del Mercosur”.

Pero lo cierto es que lanzó cifras y un concepto tan reales como preocupantes, al asegurar que “la Comunidad Económica Europea tiene más de 600 millones de habitantes con alto poder adquisitivo. Estados Unidos, con Canadá y México, es un mercado gigantesco. China y la India con sus enormes poblaciones. Todos ellos son inalcanzables si no tenemos la inteligencia de juntarnos”.

Así defendió un posible acuerdo con la CEE al señalar que “necesitamos de Europa como una alternativa que ayude a equilibrar la balanza y frente de la creciente dependencia económica del mercado chino”.

Según Mujica, Argentina eludió hasta ahora sumarse a un acercamiento comercial de la región con Europa, tanto que la postergación de la última Cumbre del Mercosur, que debía realizarse a mediados de diciembre, se llevará a cabo en Venezuela el 17 de enero, “solamente para no mostrar al bloque fisurado”.

Pero, según analistas, la intervención del gobierno español para que se arregle el conflicto Repsol-YPF, que ayer fue aceptado por el directorio de la petrolera ibérica, tiene que ver con una presión argentina, que incluyó el bloqueo de España a sus exportaciones de biodiésel y la suba de aranceles en el resto de Europa, que trabaron ventas al continente por US$ 800 millones al año.

Finalmente destacó que, a pesar de que Uruguay y la Argentina son socios en el Mercosur, no hay margen para “intervenir” en una decisión autónoma del gobierno argentino.