Un aprendiz de cocinero de 33 años sufrió una grave intoxicación que lo tuvo al borde de la muerte, poco después de que se olvidara en el horno una asadera completa con carnes y verduras que pretendía cocinar.

El hombre, agradecido de la labor desplegada por efectivos del Departamento Bomberos, le dijo a sus salvadores que se había dormido, esperando la cocción de los alimentos y que lo despertaron justo cuando la intoxicación por los gases y humo le estaban quitando la vida.

El curioso incidente se produjo ayer en la mañana cuando el personal de Bomberos rescató a un hombre que se encontraba ya inconsciente como consecuencia de un incendio originado en la cocina del departamento que habita en barrio Ciudad del Milagro.

El foco ígneo se produjo al mediodía, en un departamento ubicado en avenida Ejército Argentino. Los rescatistas llegaron a través del llamado de los vecinos del cocinero, quien ya no respondía a los llamados de sus consorcistas.

Desde las ventanas del departamento surgía a esa hora una densa humareda.

El personal interviniente para poner fin al foco ígneo tuvo que ingresar al interior del departamento a través de un ventanal.

Grande fue la sorpresa cuando encontraron en una habitación al morador de la misma de 33 años, quien se encontraba sobre la cama inconsciente.

Allí comenzó otra operación, la del rescate del morador.

El cuerpo del cocinero fue sacado por los bomberos hacia el exterior realizándole los primeros auxilios, recuperándose el mismo en el lugar.

Los demás rescatistas lograron sofocaron el incendio, aunque no pudieron salvar la cocina del morador, que quedó totalmente destruida.

La esposa del hombre expresó que su marido había quedado en el departamento preparando el almuerzo.

El mismo, manifestó que colocó la comida en el horno de la cocina y se recostó en la cama, quedándose dormido desconociendo lo que habría sucedido o lo que habría generado el incendio. Se registraron daños totales en el sector de la cocina.

El vecino fue asistido por profesionales del Samec que le diagnosticaron “control clínico estable”.

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