Una de las querellas en el juicio por el crimen de Mariano Ferreyra pidió ayer que el senador nacional Aníbal Fernández y los exfuncionarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Antonio Luna sean investigados por su presunta participación en lo que calificó como “el plan criminal”, que derivó en el asesinato del militante del Partido Obrero (PO).

La querella de dos de los tres heridos en el ataque en que murió Ferreyra solicitó al tribunal oral que juzga a los 17 acusados que se abra una causa contra Aníbal Fernández porque al momento del hecho era el jefe de Gabinete y tenía a su cargo la Policía Federal que, según se sostuvo, “liberó la zona”.

En tanto, a Schiavi y Luna -ambos procesados por la tragedia de Once- se los acusó de tener “conocimiento” de la movilización que se iba a realizar aquel 20 de octubre del 2010 para reclamar por los empleados tercerizados del ferrocarril. En ese marco, la querella solicitó al Tribunal Oral Criminal 21 que el sindicalista José Pedraza y el resto de los 16 acusados sean condenados a 25 años de prisión.

Contra el Gobierno

En el alegato, la abogada María del Carmen Verdú, de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), aludió directamente a la Presidenta de la Nación por la muerte de su marido, Néstor Kirchner, ocurrida una semana después del crimen de Ferreyra.

“Cuando la señora Presidenta de la Nación dijo que la bala que mató a Mariano Ferreyra rozó el corazón de Néstor, Correpi le respondió: ‘No, señora Presidenta, la bala que mató a Mariano Ferreyra salió del corazón del Estado’”, sostuvo la abogada de los heridos Elsa Rodríguez y Nelson Aguirre.

La querella sostuvo que el de Ferreyra fue “un crimen de Estado ejecutado por ese hábil y efectivo recurso de tercerizar la represión”, vigente desde el gobierno de los Kirchner, y consideró que “el fenómeno patoteril reemplazó en la última década a la fuerzas de seguridad en la represión”.