Cuando se produjo el final del partido, el DT de Juventud Antoniana, Iván Delfino, levantó los brazos en señal de victoria y se abrazó con sus colaboradores. “Fue como algo que tenía guardado. Estaba contento y lo quería festejar con la gente que me acompaña”, relató el técnico con más tranquilidad a la salida del vestuario del Gigante del Norte.

Luego, Delfino, con respecto a los tres puntos que sumaron sus dirigidos en un clásico de estas características y con mucha gente en las tribunas, destacó: “En un partido de mucho ritmo el triunfo fue merecido, porque las situaciones más claras, durante los noventa minutos fueron las nuestras”

En seguida, reconoció: “Hay que seguir corrigiendo algunas cositas y tratar de mantener más tiempo la posesión de la pelota y todo va a depender de nosotros”.

También halagó la participación en el juego antoniano de los refuerzos que se incorporaron últimamente. “Son jugadores que se acoplaron bien al grupo. Nos están aportando un poquito de eso que nos estaba haciendo falta el año pasado. Y todo esto es muy importante”, resaltó el DT.

Habló también de todo lo que representa el estímulo con el que debe contar el plantel para cumplir con cada compromiso en el torneo. “La motivación grupal sigue estando y la motivación cada uno la tiene que buscar de dónde sea. Esto ya lo hablamos. Lo importante es seguir adelante y hay que acostumbrarse a la sensación de ganar. Hay que respetar a cada rival, pero hay que tener la claridad necesaria para superar lo que propongan en el juego”, recalcó.

Con respecto al hecho de contar con un jugador como Hugo Prieto, reconoció: “Es un jugador importante por todo lo que aporta para el bien del equipo”.

 Un menor herido en la zona de plateas

El caos se generó en la zona de plateas cuando finalizó el clásico en el Gigante del Norte. Un menor, que lucía la camiseta de Juventud, resultó con una herida sangrante en la cabeza y tuvo que ser trasladado a un clínica. Fue lamentable lo que provocaron los hinchas albos, que ocuparon la platea baja, y sus pares antonianos, ubicados en lo alto del extremo norte, porque de las cargadas se pasó sin escala, a las agresiones, con objetos contundentes. Así, la gente de un bando y del otro comenzó a arrojar piedras y botellas descartables con agua. Los efectivos policiales trataron de persuadir a los más belicosos, aunque ya en el entretiempo los ánimos estuvieron caldeados en este sector del estadio. En los 15 minutos de descanso, el intercambio de insultos fueron una constante, de tal manera que los hinchas santos que se encontraban en la tribuna popular norte, que da a las instalaciones del club, trataron de derribar un alambrado. Rápidamente, entraron en acción los hombres de Infantería para mantener el orden.

Por otro lado, hinchas antonianos se treparon al alambre (con concertina) y el partido fue detenido en dos oportunidades.

En tanto, la policía informó que detuvo a tres personas, dos por posesión de marihuana y un hincha de Gimnasia, que portaba una bandera con los colores de Juventud.