El chavismo camina a paso agigantado de lo político a lo religioso. La memoria de Hugo Chávez está inmersa en un proceso de cuasi deificación encabezado por su sucesor político, Nicolás Maduro: "Hijo de Chávez, apóstol de Chávez".
"Nos declaramos apóstoles de Hugo Chávez, los apóstoles de la causa del comandante Chávez. Vamos a cuidar su legado porque vamos a cuidar a nuestro pueblo", ha dicho Maduro, presidente encargado hasta las elecciones del 14 de abril.
El que fuera designado por el propio Chávez como su heredero político además ha pasado de referirse a Chávez como el "comandante eterno" o "líder supremo" para llegar a hablar de "Cristo de los pobres".
Tras asegurar que si alguien se ha ganado un lugar en el cielo junto a Cristo ése es Chávez, Maduro llegó a comentar que seguramente el presidente venezolano intercedió para el nombramiento del primer Papa latinoamericano.

"Milagro tecnológico"

Y más allá, Maduro habló el lunes de "Chávez el de los milagros" al calificar como un "milagro tecnológico" la acogida de su cuenta en la red social Twitter, que en un par de días desde creada había superado los 300.000 seguidores.
"Esto es un récord (…). Es un fenómeno censurado, no lo van a buscar en la prensa o TV burguesa. Si este fenómeno estuviera del otro lado, fuera el escándalo público número uno", dijo Maduro.
"No nos llenamos de vanidad, esto no es por mí, es por Chávez, porque la gente quiere revolución (…). Gigantes como Chávez aparecen una vez cada 200 años y nosotros sus hijos sólo juntos podemos continuar su obra", agregó.
De esta religiosidad no están exentas las referencias a las elecciones del próximo 14 de abril, fecha que coincide con el regreso de Chávez tras haber sido apartado del poder por un golpe de Estado en 2002.
Para Maduro, el día de los comicios va a ser "domingo de resurrección, domingo de victoria popular, domingo de Cristo redentor de los pobres de América".

No obstante, Maduro adelantó que piensa "hacer una campaña limpia". "Vamos al encuentro de la sonrisa del pueblo, de la conciencia del pueblo". "Vamos al debate fructífero y limpio. Que el pueblo decida", dijo.

¿Demasiado Chávez?

Desde la oposición se ha criticado a Maduro por lo que consideran sus excesivas referencias a Chávez. Lo acusan de escudarse detrás de la memoria del mandatario para ocultar sus carencias como líder y candidato.
"Que se olviden ellos de que vamos a olvidar a Chávez. Cada vez lo tenemos más presente", responde Maduro, candidato oficialista para los comicios.

"Recordemos eternamente su nombre, recordemos eternamente a este hombre, nuestro líder", dijo.

A Maduro también le adjudican incluso tratar de imitar al carismático Chávez en su trato cercano, su buen humor y sus constantes referencias a su vida personal y a la historia del país, con las inevitables alusiones al libertador Simón Bolívar.
En entrevista con BBC Mundo, el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, dijo que "no es Chávez ni nadie pretende que lo sea". "Todos somos Chávez y esa es una consigna que la gente sacó espontáneamente".
"Va a ser distinto, por supuesto. El compañero Nicolás Maduro está lejos de imitar al presidente. No hay manera de imitarlo", agregó.
"Todo el mundo tiene que darle tiempo a Nicolás a que se desarrolle en esta nueva situación. Todos hemos estado siempre bajo la conducción del presidente Chávez".