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La vida moderna impone muchas veces un ritmo cotidiano con poco ejercicio. Eso incrementa los peligros de enfermedades.
3 DE Marzo 2013 - 22:45
Son múltiples los riesgos que se corren si no se hace la actividad física que el cuerpo necesita. La vida moderna impone muchas veces un ritmo cotidiano con poco ejercicio, y eso amplía la posibilidad de contraer ciertas enfermedades como artritis, reuma, osteoporosis y problemas cardiovasculares.
El sedentarismo es la carencia de actividad física, como el deporte, las caminatas, y, por lo general, pone al organismo humano en situación vulnerable ante enfermedades, especialmente cardíacas y sociales. El sedentarismo físico se presenta con mayor frecuencia en la vida moderna urbana, en sociedades altamente tecnificadas en las que todo está pensado para evitar grandes esfuerzos físicos, en las que las personas se dedican más a actividades intelectuales.
Asimismo, como consecuencia del sedentarismo físico aparece la obesidad que es un problema preocupante en los países desarrollados.
Aunque durante la infancia y la adolescencia, la mayoría de la gente mantiene un nivel de actividad física más que suficiente a través del juego y de diferentes actividades de acuerdo a esas edades, las oportunidades y la motivación para realizar ejercicio físico se reducen a medida que van pasando los años.
Para evitar que esta tendencia desemboque en el indeseable sedentarismo resulta esencial que los hábitos relacionados con una vida activa se consoliden en las dos primeras décadas de la vida.
De ahí en adelante será preciso poner al alcance de los adultos de cualquier edad los medios necesarios para que puedan mantener un cierto nivel de actividad física diario.
Hay que escuchar al cuerpo, atender a sus propias sensaciones para evitar caer en un estado de fatiga crónica. Una buena referencia es la frecuencia cardíaca basal por la mañana, antes de levantarse. Un aumento de esta frecuencia cardíaca o el dolor persistente de músculos y articulaciones pueden ser signos de fatiga o de lesiones.
Es necesario mantener la mayor regularidad posible y procurar evitar aquellos obstáculos circunstanciales que puedan interrumpir el comienzo de una rutina saludable.
Una plaga por estos tiempos
El sedentarismo puede ser considerado una plaga de la edad contemporánea. Y como tal, es necesario combatirla.
Por lo general, las personas sedentarias no consideran que lo son y sólo se ponen excusas o se dan cuenta de la realidad cuando se miran frente al espejo o en una consulta al médico por una enfermedad que se hubiera podido prevenir con la práctica regular de algún ejercicio físico.
La persona debe saber que el moverse es sano y que pasar horas frente a un escritorio, computadoras, televisores, etcétera, no son la actividad física que el organismo requiere para preservar su salud.
Es necesario que la persona sedentaria tenga en cuenta que al menos debe realizar algún deporte o ejercicio diariamente, o aunque sea caminatas durante una hora. La actividad para el cuerpo debe ser constante para mantener una buena salud.
Entre las causas de la inactividad física se destacan el tipo y horarios de trabajo, la mayoría realizados en oficinas y comercios, la falta de cultura y costumbre de realizar ejercicios, la falta de instalaciones deportivas cercanas, la contaminación ambiental, entre otras.