Desde la 18.30, el frente de Comodoro Py se llenó de banderas rojas. Sobre las escalinatas, los militantes del PO escucharon con atención la lectura del veredicto sobre la muerte de Mariano Ferreyra. En las primeras horas de la tarde el gremialista ferroviario José Angel Pedraza tuvo la última oportunidad de hacer uso de la palabra. Allí aseguró que la bala que “tocó el corazón” de Néstor Kirhner también rozó el suyo. Se dirigió a la madre de la víctima y le aseguró que nada tuvo que ver con la muerte de Mariano, el joven que murió de un balazo durante una protesta de empleados tercerizados del ferrocarril Roca, en octubre de 2010. La Justicia consideró lo contrario. Luego de una hora en la que el juez dio las explicaciones que llevaron al veredicto, se conoció ayer la sentencia para los implicados. El exlíder de la Unión Ferroviaria fue condenado a 15 años de prisión por considerarse que fue “penalmente responsable del delito de homicidio”.

Pese a que la pena fue alta, la fiscalía había pedido perpetua. Tras conocerse el veredicto, el PO adelantó que apelará por creer que no fueron juzgadas las responsabilidades políticas del hecho. Puntualmente, se referían al ministro de Trabajo Carlos Tomada, a su segunda Noemí Rial y al exsecretario de Transporte Juan Pablo Schiavi. Trascendieron escuchas telefónicas entre los dos primeros y Pedraza días después del crimen y habría habido una reunión de Schiavi y Pedraza 24 horas antes del homicidio.

Las otras sentencias que llegaron a leerse fueron: 15 años de prisión para Juan Carlos Fernández, 18 años de prisión para Pablo Díaz; 18 años de prisión para Cristian Daniel “Harry” Favale, 11 años de prisión para Jorge D. González, 8 años de prisión para Claudio Arcocel y 18 años de prisión para Gabriel Fernando Sánchez.

En medio de la lectura los familiares y militantes estallaron en gritos e insultos, lo que obligó a los jueces a pasar a un cuarto intermedio.

La fiscal María Luz Jalbert y la querella del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que representa a la familia de Mariano Ferreyra, pidió que el sindicalista José Pedraza y su virtual segundo en el gremio, Juan Carlos “Gallego” Fernández, fueran condenados a prisión perpetua como “instigadores” del crimen.

La Fiscalía pidió perpetua además para Cristian Favale y Gabriel Sánchez, acusados de ser autores de los disparos al joven militante.

Los fundamentos

Antes de la lectura del veredicto, el presidente del Tribunal, Horacio Dias hizo una breve exposición de los argumentos del veredicto, en la que señaló que para el Tribunal el crimen de Ferreyra fue un “homicidio simple por dolo eventual”, por lo que no se hizo lugar al pedido de prisión perpetua, y sostuvo que “el apoyo moral y objetivo” de Pedraza y Fernández “constituye complicidad necesaria y no instigación”.

El magistrado sostuvo que para el Tribunal “tanto Favale como Sánchez son los que dispararon” contra los manifestantes que se retiraban de la protesta en las vías de la línea ferroviaria Roca y que contaron “con el apoyo de la Policía y con el dato que no los iban a detener”. Además, agregó que los acusadores probaron que existía de parte de la cabeza del sindicato un interés político en reaccionar frente a los cortes de vías.

Cómo fue la muerte de Mariano
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Mariano Ferreyra fue asesinado de un tiro en el estómago el 20 de octubre del 2010 mientras participaba de una manifestación de obreros del riel tercerizados por una cooperativa dependiente de la Unión Ferroviaria, cuando fueron atacados por una patota del gremio sin que la policía interviniera para evitarlo. En la agresión también fueron heridos de bala otros tres manifestantes: Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos, por lo cual las acusaciones son por un homicidio y tres tentativas de homicidio. En el juicio, iniciado el 6 de agosto del año pasado, los jueces Horacio Días, Diego Barroetaveña y Carlos Bossi escucharon a casi 300 testigos, que socavaron los intentos de los defensores de demostrar que en vez de una agresión se trató de un homicidio en riña, con penas máximas de 6 años.
Los comidillas políticas aseguraron que esta muerte fue la que separó definitivamente a los sindicalistas de Néstor Kirchner, quien curiosamente murió una semana después de un ataque al corazón.