El amor hacia el otro es algo que no muchos pueden entender. Para Cristian Colque es la razón por la que se animó a realizar las aventuras más extremas de su vida. En el camino fue cosechando logros, uno de ellos lo ubicó hace algunas semanas en el tercer lugar de la carrera de autosuficiencia más larga del orbe: The Track Outback Race, realizado en Australia.

“Fue un gran orgullo, más allá del puesto, haber completado esta carrera y en la manera que lo hicimos, costó muchísimo y así de emocionante fue también la entrada en meta”, describió Cristian a El Tribuno al relatar uno de los triunfos mas importantes para el deporte extremo nacional. Con corredores de distintas nacionalidades en competencia, la carrera fue ganada por el español Vicente García Beneito seguido por el taiwanés Po Yen Chen

“Lo más importante de todo esto es el poder dedicar a alguien toda mi entrega y sacrificio para que ese alguien , que en esta última carrera fue mi hijo por venir -Felipe-, tenga una muy buena vida y pueda ver y entender que si deseas realmente algo y lo haces con el corazón , no hay nada que te lo impida lograr”, resaltó Colque.

Con el corazón repartido entre Córdoba (lugar de nacimiento y residencia actual) y Salta (donde vivió su niñez y adolescencia), él se convirtió en el único corredor argentino en conseguir entrar en un podio mundial en este tipo de carreras.

Sin más intención que dar riendas sueltas a una pasión que lo lleva a correr por los terrenos más inhóspitos, este salteño de corazón refleja la historia de alguien que no siempre estuvo dedicado al deporte.

“Comencé a correr de verdad hace 5 años y en mis comienzos no podía completar una vuelta de 1.300 metros sin parar porque no llegaba a darla completa y hoy, 5 años después, con casi 40 años por cumplir, logré correr en todos los continentes y completar varias de las carreras más extremas que hay en el mundo”, aseguró este corredor que durante el 2012 se convirtió en uno de los once atletas en el mundo en completar el “Gran Slam”. Nada menos que cuatro carreras que se realizan en lugares con todos los obstáculos imaginados: desierto de Atacama (Chile), desierto de Gobi (China), desierto de Sahara (Africa) y la Antártida.

Mucho esfuerzo al límite del cansancio humano, pero con las fuerzas del corazón intactas.

 “Ningún sueño es imposible”

En medio de la nada y en un arduo trabajo mental además de físico, Cristian Colque confirmó durante el 2012 y en primera persona los límites del cuerpo humano.

Los “4 desiertos” como es llamado el Grand Slam representan carreras multidías de autosuficiencia de una distancia de 250 km cada una en lugares de condiciones extremas.

El mencionado Grand Slam consiste en hacer las cuatro carreras en un mismo año calendario.

Hasta el momento solo existen en el mundo once personas entre corredores profesionales y no profesionales que lo completaron a lo largo de las ediciones con las que cuenta la competencia.

“No tengo las palabras suficientes para lograr hacer que las personas sientan en parte lo que es cruzar una meta en estas carreras. Creo que para mí es motivo más que suficiente para dejar muchas cosas de lado y elegir hacer esto”, fueron las palabras que Cristian utilizó para explicar a medias el gusto que encuentra en correr atravesando lluvias, calores intensos o fríos extremos como fue en la Antártida.

Nada más alejado a lo popular y un claro ejemplo de que el querer es poder.

Colque completó una importante actuación en Australia, pero en el camino dejó los desiertos más imponentes del mundo y comenzó a hacer historia para los cientos de “corredores fuera de pista” que lo toman como una gran motivación a seguir. “Nada de lo que uno se proponga, nada de lo que sueñe es imposible. Solo tiene que ser hecho verdaderamente con el corazón y ser perseverante en la búsqueda. Nadie dice que será fácil, solo no abandonar en la búsqueda”, completó Cristian Colque, quien no deja los recuerdos que lo vinculan a nuestra provincia, entre ellos los de su papá y los de un gran grupo de amigos.