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No tienen tiempo ni espacio y los habitan personas vivas o muertas, pero son una experiencia mental fascinante. Si bien todas las personas sueñan, hay quienes recuerdan mejor que otros lo acontecido cuando descansamos.
23 DE Junio 2013 - 23:43
Es como entrar a otro mundo, un sueño es una experiencia mental que ocurre mientras dormimos. Consta de imágenes vividas y a menudo alucinantes. No hay tiempo en el sueño ya que podemos movernos en distintas épocas, ni hay espacio, ya que podemos movernos a cualquier sitio, y, además, pueden estar habitados por gente viva o muerta. Lo único claro y en lo que están de acuerdo los científicos es que no hay certeza sobre por qué soñamos, todas son teorías.
Cuando estamos soñando nuestro cuerpo experimenta un aumento en el pulso y en la velocidad de la respiración. Tenemos una onda cerebral parecida a la fase 1 del dormir -que es la fase Norem- y en esta podemos tener sueños cortos, menos extraños y más parecidos a pensamientos que las típicas imágenes de los sueños.
Cuando soñamos hay una falta de movimiento corporal. Esta parálisis del soñador es causada por una sustancia química del cerebro que inhibe neuronas motoras que normalmente producen la contracción muscular. La importancia de esta inhibición es que sin ella podríamos poner en práctica nuestros sueños sin poder descansar, además podríamos exponernos a graves peligros debido a que el sentido del juicio permanece en reposo al dormir.
El primer sueño aparece una hora después de habernos dormido y dura entre 1 y 10 minutos. Durante la noche tenemos un total de 5 a 6 períodos de sueños que duran entre 10-35 minutos durante el sueño de 1-2 horas. Todas las personas soñamos aunque algunas personas recuerdan mejor que otras.
Existen teorías que explican porqué no podemos acordarnos de nuestros sueños. Sigmund Freud atribuye este olvido a la represión de pensamientos llenos de ansiedad.
Por otra parte, los psiquiatras Crick y Mitchison establecieron en 1983, que el soñar sirve para limpiar nuestros cerebros de información innecesaria que puede provocarnos obsesiones y alucinaciones durante nuestras horas de vigilia.
Pero probablemente, la verdadera razón por la cual olvidemos nuestros sueños es una combinación psicológica y fisiológica ya que algunas personas parecen olvidar los sueños emocionales porque también reprimen los pensamientos ansiosos cuando están despiertos y otros olvidan los sueños poco emocionales porque no son interesantes.
Los sucesos del día
Existe una constante en los sueños de las personas, de esta manera se sabe que durante los sueños suele haber una reminiscencia sobre el ambiente en que estamos durante las horas de vigilia. Las historias de nuestros sueños suelen ser montajes de los sucesos del día pero en forma alterada. Casi todos los sueños tienen que ver con ambientes familiares.
A menudo soñamos con las personas con quienes estamos ligados emocionalmente, pero de cada 10 protagonistas del sueño, cuatro son extraños.