Se cumplió ayer un mes de la tragedia de Ezequiel Cardozo, el chico de 9 años aplastado por una pared en el Hogar Escuela. Recién a un mes de su muerte, el Ministerio de Educación dio señales. Cada 30 escuelas de la provincia habrá un profesional en construcciones que tendrá la responsabilidad de relevar las necesidades edilicias urgentes. Así lo confirmó ayer el ministro de Educación de Salta, Roberto Dib Ashur, tras explicar que la totalidad de los establecimientos educativos se dividieron en seis zonas para una mejor organización de los equipos.

“Estas personas ya están en contacto con los directores de escuelas para advertir cuestiones de deterioro edilicio que necesiten respuestas inmediatas”, dijo Dib Ashur.

El funcionario provincial admitió que son más de mil los edificios escolares en Salta que requieren una respuesta de forma inmediata para evitar que los chicos convivan con potenciales peligros, como lo había pedido días atrás durante su visita el titular de la cartera educativa nacional, Alberto Sileoni.

Explicó que el Departamento de Infraestructura Escolar se dividió en dos partes: una de ellas se enfoca en lo que es mantenimiento, refacción y ampliaciones; la otra, en las nuevas estrategias.

En cuanto a las refacciones, Dib Ashur recordó que cada año por escuela se destinan hasta 16 mil pesos para acondicionar cuestiones que tienen que ver con el uso cotidiano. “Esto se da a todas las escuelas de la provincia a través de los municipios, pero el directivo que prefiera recibir el dinero lo recibe; el que quiere que los arreglos se hagan a través del municipio, también. Es una opción de la escuela”, detalló el ministro.

Citando un ejemplo en una escuela de Campo Quijano, donde se rompieron las tejas por un granizo, el titular del Ministerio de Educación de Salta destacó la política de descentralización de las obras de reparación de los establecimientos desde la Provincia a los municipios.

Siguen los problemas

La polémica por el mal estado de los edificios escolares y por la burocracia administrativa que deben atravesar los directivos hasta lograr autorizar un arreglo se instaló tras la muerte el 10 de junio pasado de Ezequiel, cuando estaba con sus compañeros y un maestro en una huerta, al fondo del establecimiento.

Sin embargo, con el nuevo circuito de Infraestructura Escolar que promete agilidad y eficiencia, los problemas y la falta de respuestas continúan.

El lunes pasado se cayó el cielorraso de un aula del colegio Juan Carlos Dávalos, en villa Primavera. La añeja estructura también tiene filtraciones en los techos, puertas y ventanas muy deterioradas y paredes percudidas que reclaman una mano de pintura. El vicedirector de la escuela, Richard Tolaba, admitió que “no es suficiente el presupuesto que se destina a principio de año”.

Millones que no se reflejan en obras

En la última reunión de gabinete, el ministro de Educación, Roberto Dib Ashur, señaló que “el Gobierno provincial viene invirtiendo un monto superior a los 431 millones de pesos en obras de nuevos edificios escolares, reformas y ampliaciones de instituciones en la totalidad de los departamentos salteños. Esto es en obras terminadas en 2012 y 2013, obras en ejecución y en proceso”.

En cuanto al 2013, Dib Ashur indicó que hasta el corriente mes finalizaron 52 obras de infraestructura edilicia en 13 departamentos, con una erogación de $35 millones; en ejecución se encuentran 105 proyectos divididos en edificios nuevos, ampliación y refacción, con una inversión superior a los $200 millones, y antes de fin de año comenzarán otras 89 obras que tendrán un fondo de $132 millones.

Muchos docentes cuestionan que el Estado construye escuelas, pero después descuida el mantenimiento y hasta se olvida que existen.

Un directivo dijo a El Tribuno: “¿Usted cree que Urtubey es el que mantiene todo esto? No, aquí si no nos organizamos alumnos y padres esto se viene abajo. Por eso nos ingeniamos para recaudar dinero y así vamos arreglando la escuela”.

Con los 12 millones anuales para el acondicionamiento del millar de instituciones no se logra hacer mucho, solo cosas básicas.