“Entre nacionales, provinciales y municipales, hay más de 20 impuestos al campo. De ellos, el que más impacta son las retenciones: más del 60% del total”, afirmó de Ezequiel de Freijo del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina. El especialista habló en el marco de una jornada sobre presión tributaria e incertidumbre fiscal agropecuaria, que se realizó ayer en la Exposición Rural de Palermo.

De Freijo señaló que según estudios de Acrea y Fada, la carga tributaria que recae sobre el sector gira en torno del 73 al 89%.

Esta fuerte presión tributaria, sumada al deterioro de la macroeconomía y a las distorsiones comerciales generadas, son las razones que llevaron a que la producción agrícola se estancara desde 2007.

Orlando Ferreres, de la Fundación Norte y Sur, describió ayer en la feria de Palermo el entorno macroeconómico de la situación fiscal argentina, haciendo hincapié en el gasto público y en los ingresos tributarios. “Uno de los temas que más se nos ha complicado desde 1930 hasta la fecha es el gasto público”, afirmó, y añadió que a partir de 2007 éste comenzó a desbocarse y a crecer sin parar, llegando este año a los 260.000 millones de dólares. Para Ferreres “hay mucha presión sobre las actividades productivas”.

En el segundo panel de la jornada se profundizó en los temas que agravan la presión tributaria y generan incertidumbre a los productores, con la participación de Santiago Sáenz Valiente, Fernando Toma, Maximiliano Knll y Tomás Wilson Rae, contadores públicos y miembros del comité fiscal de la Sociedad Rural Argentina.

La tasa cero
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Fernando Toma, otro de los invitados al panel sobre impuestos y agro, manifestó que los productores están “financiando a tasa cero al Estado”.

Toma aclaró en su intervención sobre el tema, que la Afip no respeta los plazos establecidos por la normativa vigente, situación que agrava el problema del diferencial de alícuota entre ventas (10,5%) y compras (21%) y lleva a que “el productor pierda ‘neutralidad’ ante el impuesto”.