Parece que fue ayer, pero pasaron 20 años desde el día en que “Marco se marchó para no volver”, aquel primer verso del tema La soledad, una de las canciones de amor adolescente por antonomasia que su autora, Laura Pausini, sigue reivindicando cerca de los 40. “No me he cansado de esa canción porque trata una historia que viví y me identifico con ella. Marcos existía, fue mi primer novio, y el "tren de la mañana' era el que tomaba cada día. De hecho, La soledad es una de las canciones que más me emociona cantar”, reconoce.

Pausini, que nació en la ciudad italiana de Solarolo y que además estrena una feliz y casi inesperada maternidad, celebrará las dos décadas transcurridas desde aquel éxito en veinte fechas exclusivas de recitales.

“Es un momento increíble de mi vida personal y espero que también de mi carrera; empiezo a hacer resumen de todo lo vivido y veo que sigo siendo muy afortunada”, cuenta en un intervalo de la grabación de “Se fue”, otro de aquellos éxitos tempranos, regrabado con nuevos arreglos para un próximo lanzamiento discográfico que incluirá temas inéditos. Lo lanzará en paralelo con esa nueva gira “The Greatest Hits World Tour”, con la cual recorrerá a partir del 8 de diciembre Italia, España, Argentina y México.

“El año pasado escribí una canción en la que expresaba mi deseo de tener un hijo. No estaba embarazada ni lo tenía programado, pero creo que me trajo mucha suerte, justo cuando pensaba que ya no podría ser madre”, confiesa.

Sin embargo, el 8 de febrero pasado nació Paola, su primera hija, “el momento más grande de toda mi vida hasta ahora, no hay ningún premio, ni un Grammy ni nada, que supere eso. Nunca he dejado mi vida privada como una segunda opción; si no, no hubiera podido tener ganas de escribir canciones”, asegura esta mujer con su inconfundible voz.