Ayer el centro de Salta apareció con montañas de basura, los cajeros con muy poca plata y el ingreso a la ciudad cortado. El paseo del Cabildo, el ingreso a la peatonales y la avenida Belgrano fueron algunos pocos ejemplos de como afectó el paro de camioneros a la ciudad. Más de un vecino y una decena de comerciantes no tomaron en cuenta el alcance de la medida. Así, el paro liderado por el gremio que conduce Hugo Moyano no solo se sintió, sino que se pudo ver y oler. El ingreso a Salta fue el punto clave de la protesta. En el peaje de Aunor los camioneros se apostaron a la orilla de la ruta y cubrieron sus unidades con la bandera verde que representa al gremio. Allí el ingreso estuvo prohibido para los camiones. Todos quedaron varados en las casillas del peaje. Sin embargo, no impidieron el paso a vehículos particulares y ambulancias.

En diálogo con El Tribuno, Jorge Guaymás, secretario general del gremio en Salta, afirmó que “el acatamiento a la medida de fuerza es del 100 por ciento”.

Guaymás agregó que el corte de Aunor se replicó en la ruta que cruza Mosconi. El paro sumó a las 18 ramas de camioneros, entre las que se encuentran caudales, combustibles, basura, diarios y gaseosas.

El dirigente salteño explicó que “la medida apunta a llamar a la reflexión a toda la sociedad. Es que el medio aguinaldo que los trabajadores del sector cobraron en junio prácticamente lo perdieron debido al impuesto al trabajo”.

Agregó que “para los compañeros que tienen varios hijos es imposible poder cobrar el salario familiar por el monto y el aumento. Con este paro demostraremos al Gobierno que se necesita cambiar de rumbo y no excluir a los trabajadores con todo el perjuicio que ocasiona a los hijos”.