La localidad de El Bordo quedó perpleja tras el infausto incendio producido el sábado a la noche en una humilde vivienda ubicada en la calle Gorriti (s/n). Maximiliano Fuentes, de dos años, quedó atrapado en medio de las llamas y murió calcinado. El fuego se originó a causa de una vela que se cayó en una de las dos camas donde dormía el niño, minutos después que su abuela saliera con el mayor de sus nietos.

La luz en Campo Santo y El Bordo se cortó alrededor de las 19 hasta pasadas las 22, debido a una falla en un transformador. Fue por eso que en la casa de los Barrientos habían prendido velas para iluminar el humilde hogar. La abuela, que en ese momento cuidaba a sus nietos, salió con el mayor de ellos dejando a Maximiliano porque dormía.

La vela estaba colocada en un velador entre las dos únicas cama. La madre de los pequeños, Noelia (28), tiene un almacén al frente de su casa donde estaba trabajando. Sabía que su mamá había salido y periódicamente se cruzaba para asegurarse de que todo estuviese en orden.

Cerca de las 21, observó un humo denso que salía de la pieza donde dormía el menor de sus hijos. Salió corriendo a ver qué estaba pasando.

En ese momento la desesperación se apodera de la racionalidad humana. La escena más trágica se hace eco en el cerebro de las persona, sobre todo en el de los padres, y la angustia invade atrozmente el corazón del ser.

En cuestión de minutos el fuego también invadió la pequeña piecita en la casa de Noelia, la madre que no pudo llegar a tiempo para salvar a Maxi. Fue una hoguera sin salida, una catástrofe que ardió velozmente con elementos como el colchón, frazadas y la ropa de los pequeños.

Noelia trató de ingresar a la pieza para salvar a su hijo pero no pudo. Luego de quemarse en ese intento entró en estado de shock, sabiendo que en medio de las llamas estaba su hijo de solo dos años. La precocidad de la acción con una llamarada feroz no dejó margen ni esperanza alguna.

De acuerdo a lo que el cuerpo de Bomberos Voluntarios General Manuel Belgrano pudo constatar, el fuego se inicio a causa de una vela que habían dejado en medio de dos camas. La abuela, Eva Mercado de 54 años, tuvo que prender velas porque una falla en un transformador de la empresa EDESA, dejó sin luz por varias horas a los municipio de Campo Santo y El Bordo.

“La cama estaba cerca de una ventana que se encontraba abierta, tal vez el viento pudo hacerla caer. El humo que desprende de los colchones quemados es muy tóxico, contiene cianuro. Es probable que la víctima haya fallecido por su inhalación antes de ser alcanzado por las llamas. Lamentablemente su cuerpito estaba totalmente carbonizado”, expresó con mucho dolor Ricardo Llanos, subjefe de Bomberos.

El dolor se expresó a través de varios vecinos que intentaron, incluso, apagar el fuego arrojando baldes de agua y arena, pero todos los esfuerzos resultaron en vano ya que las llamas entraron en contacto con elementos de fácil combustión. El trágico hecho conmocionó a la localidad de El Bordo y zonas aledañas.

“La escena fue estremecedora”   

En medio de la desesperación por salvar a Maximiliano, los vecinos se acercaron para dar una mano y provocar una gesto masivo de solidaridad. “Nosotros escuchamos los gritos de la madre, eran de un nivel de desesperación total y nos cruzamos con mi papá. Al llegar vimos un humo tremendo y a Noelia en estado de shock pidiendo que sacaran a su hijo. Estaba toda quemada, las manos y el pecho, porque había intentado ingresar”, comentó en gran pesar Paola una vecina de la calle Gorriti.

“Mi padre pateo la puerta que estaba entrecerrada, un humo caliente y fuerte me tiró para atrás, era imposible hacer algo, no podía respirar, tuve que alejarme. Además, estaba todo oscuro, solo las llamas iluminaban el lugar. Cuando me alejé un poco, vi que muchas personas ya estaban allí con baldes comenzando a arrojar agua. Mi papá se subió al techo, liberó el tanque y el agua comenzó a caer sobre la casa, eso ayudó bastante y la gente podía llenar los baldes con esa agua. Fue estremecedor ver a tanta gente intentando ayudar, ver tanta solidaridad de los vecinos”, apuntó la vecina.

Había una esperanza de que la abuela hubiese salido con sus dos nietos, pero no fue así. Todos querían entrar a la pieza, era imposible. “Cuando pudimos asomar la cabeza por la puerta con una linterna, logré ver el su cuerpecito del niño, estaba como en posición fetal, totalmente quemado, esa imagen no me la saco más de la cabeza”, finalizó expresando en forma entrecortada Paola.

La madre de la víctima, entró en shock y fue derivada al hospital, para tratar además sus quemaduras, el fuego fue parcialmente controlado por los vecinos y la tarea fue terminada por los bomberos voluntarios.