El 30 de diciembre pasado, Alexis Jara, un bebé de un año de edad, falleció en la comunidad aborigen Kilómetro 5, víctima de una severa desnutrición.

En el transcurso de esa semana, tras la información que se hizo pública por El Tribuno y repercutió en otros medios, se generó una movilización hacia Tartagal de funcionarios y técnicos de los ministerios de Salud, Primera Infancia y Asuntos Indígenas acompañados por médicos y agentes sanitarios que prestan servicios en el hospital Juan Domingo Perón, quienes junto a personal de la secretaría de Desarrollo Humano de la comuna se sumaron al operativo ya programado por el organismo municipal en esas comunidades, ubicadas a la vera de la ruta nacional 86, la que comunica a Salta con la localidad formoseña de Clorinda.

Como tantos otros niños aborígenes Alexis murió porque estaba mal alimentado. El certificado médico registra como causa del deceso "Muerte por desnutrición grave" y su madre, de 33 años de edad y con otros 6 hijos, en su escaso manejo del español explicó en aquel momento que era la segunda vez que llegaban al hospital con el niño grave, por la misma razón.

Su cuerpito deteriorado por falta de alimentos adecuados para su edad fueron determinantes para que se produjera un paro cardiorrespiratorio.

Diego Cipri, coordinador de la Secretaría de Articulación del Ministerio de la Primera Infancia, junto a otros funcionarios de esa cartera, creada para hacer frente a la grave situación que padecen pobladores de las zonas más marginadas, especialmente el Chaco salteño, mantuvo el pasado viernes una reunión con caciques de la comunidad indígena de Kilómetro 5.

Los dirigentes wichis le pidieron la instalación de una sala de primeros auxilios en el lugar, la creación de escuelas bilinges y la designación de traductores en el hospital de Tartagal para facilitar la comunicación y ayudar a cada madre wichi que llega al nosocomio y para quienes la lengua se constituye en la primera barrera que dificulta el contacto con el personal en cualquiera de los servicios.

"Este operativo se hace para dar una respuesta inmediata, luego del lamentable fallecimiento de un niño de esta comunidad. El pedido expreso de los ministros fue que entablemos un diálogo con estas comunidades, en especial con los caciques, que se mostraron muy interesados en buscar soluciones. Una propuesta concreta que les acercamos fue la de abrir un Centro de Primera Infancia en este lugar, una de las soluciones para atender futuras necesidades en forma rápida. Pero por diferentes cuestiones no aceptaron, por lo que quedamos en seguir dialogando en la ciudad de Salta", explicó Cipri tras la reunión.

El Ministerio de Primera la Infancia no tenía previsto crear un centro de esas características específicamente en esa zona, de alta vulnerabilidad social por la presencia de muchas familias wichis. Cipri llevó la propuesta y, como no fue aceptada por la comunidad, les planteó continuar el análisis en la capital para acercar posiciones.

Pero los caciques, con una elocuente practicidad, plantearon a los funcionarios la posibilidad de poner en funcionamiento el pequeño hospital creado por la Fundación Sueños Compartidos, ya en extinción y que administraban Hebe de Bonafini a través de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y Sergio Schoklender. Este edificio, ya construido y equipado desde 2009 en la comunidad vecina Kilómetro 3, fue diseñado precisamente para atender la demanda en salud de las comunidades aborígenes. Desde ese año quedó abandonado y con el paso del tiempo se desmanteló, si bien la estructura está en buen estado. Además, fue sancionada la expropiación y solo se espera la promulgación del Ejecutivo.

Si la propuesta aborigen se acepta, la Provincia no necesitaría perder más tiempo ni recursos económicos para levantar un centro nuevo.

En definitiva, la muerte de Alexis como de otros niños indígenas, tiene que servir a la hora de tomar decisiones inmediatas y prácticas.