Los vecinos del barrio Estación Alvarado denunciaron la usurpación de tierras federales de la zona que pertenecen a Ferrocarriles Argentinos. Le dijeron a El Tribuno que se hizo una denuncia penal que ingresó al Juzgado Federal 1, de Julio Leonardo Bavio, quien envió la notificación a un fiscal.

Hace 21 días, los vecinos se sorprendieron por el movimiento de camionetas y máquinas que se acercaron a este sector de la avenida Juan Manuel de Rosas, frente al antiguo molino y en proximidades de la estación Alvarado. Ante el asombro, se comunicaron por el grupo que tienen en Whats-App y se pusieron la causa al hombro.

Hicieron denuncias policiales por la aparición de estas personas, que se presentaron con un pedido de donación por parte de Flavio Martín Alfaro al Concejo Deliberante capitalino para hacer uso de estas tierras para "vivienda". Desde el Legislativo capitalino les informaron que, si bien se recibió el pedido, no se le dio lugar.

Ferrocarriles Argentinos se enteró tarde de esta situación, por la advertencia de los lugareños que, preocupados por el avance de la usurpación, se movieron por todos los organismos que pudieron.

Un vecino contó que luego de la denuncia policial, los usurpadores también fueron a la comisaría. Dijo que personal de la fuerza se acercó para mostrarles el papel del pedido de donación al Concejo Deliberante. Agregó que desde ese día aparecieron dos policías que custodiaban la zona y que se sintió amenazado por la gente que tomó posesión de los terrenos y se mueve en camionetas.

"Les pusieron seguridad a ellos y no a nosotros, que nos están robando", protestó refiriéndose a hechos delictivos que sufrieron en el último tiempo.

Con el correr de los días, los usurpadores colocaron postes y media sombra a lo largo de alrededor de 40 metros.

La comisaría 12 de barrio Santa Ana, que corresponde a esta zona, negó a El Tribuno que hubiera denuncias por el tema y alegó tener solo un informe hecho por personal policial tras la queja de los vecinos.

Junto a este polémico terreno, también al costado de las vías del tren, hay dos lotes que gestionan dos personas hace alrededor de 30 y de 20 años, respectivamente. Allí acumulan chatarras de vehículos. Los vecinos consideran que es un peligro por la contaminación visual y una contradicción con la campaña de descacharrado que hacen el Gobierno municipal y provincial. Los vecinos denunciaron además que una de estas chatarrerías crece cada vez más.

Esta es una zona que ha crecido notablemente en los últimos años debido a la venta de lotes para casas de familia. El valor de estas tierras va en aumento y las especulaciones inmobiliarias también.

El fácil acceso al lugar desde el aeropuerto y su conexión directa con la populosa zona sur de la ciudad lo hacen un espacio de alta demanda.