Con un claro debilitamiento del kirchnerismo en las elecciones de este domingo, el PJ se prepara ahora para reinventarse como una alternativa real a Cambiemos luego del fracaso de espacios intermedios como los de Sergio Massa, Florencio Randazzo o Martín Lousteau.

Porque gane o no Cristina en la provincia cuando sea el recuento definitivo, el "techo" conseguido es bajo a nivel país y el PJ ya está pensando en ocupar su espacio como fuerza opositora ante una eventual derrota del kirchnerismo.

Es de recordar que Cristina rompió con el PJ para no ir a internas con Randazzo y, con no pocos gobernadores peronistas que aspiran a la presidencia, una elección reñida o desfavorable en octubre podría precipitar la renovación del partido, escindido desde la derrota de 2015.

Mientras tanto, los resultados del domingo hablan por sí solos con provincias cuyo líderes peronistas tuvieron un buen desempeño o muy por el contrario.

Entre los que tuvieron peores derrotas están Juan Schiaretti en Córdoba, Carlos Verna en La Pampa y Gustavo Bordet en Entre Ríos. También Mario Das Neves salió debilitado en Chubut. Históricos fueron además los reveses de Alicia Kirchner en Santa Cruz y del puntano Adolfo Rodríguez Saá, ambos peronistas pero alineados con Cristina Kirchner.

En cambio, quienes mantuvieron el liderazgo fueron Sergio Uñac (San Juan), Juan Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco) y Juan Manuel Urtubey (Salta).

También el peronismo triunfó en Santa Fe con Agustín Rossi, en Catamarca, en La Rioja, en Misiones, en Tierra del Fuego y en Santiago del Esero.

La liga

Sin embargo, el peronismo no solo deberá repensarse a nivel partido sino que también deberá hacerlo a nivel Congreso, donde replanteará su poder frente al Gobierno Nacional de acuerdo a las bancas que puedan manejar. Así lo hará especialmente la llamada "liga de gobernadores" peronistas cuyo último frente abierto ante la Nación se da por el reclamo de María Eugenia Vidal por el Fondo del Conurbano, lo que impactaría en las arcas de las demás provincias.

De todas maneras, las PASO no dejaron nada muy definido y solo recién después de octubre el PJ se sentirá listo para "negociar" o pararse en la vereda del frente. Eso Macri lo sabe y, por ende, se espera que la "prudencia" reine los próximos meses.