Con los resultados de las primarias ya sellados, las perspectivas de una ampliación de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados luego de la elección general son altamente favorables.

El oficialismo rondaría los 104 legisladores propios -en la actualidad tiene 86-, y si bien esa marca no le alcanzaría para tener quórum propio quedaría claramente fortalecido en la negociación con otros bloques opositores.

Por su parte, el kirchnerismo legislativo no sufriría grandes cambios. Es que pone en juego 31 bancas obtenidas durante la mala elección que hizo en 2013. Renovaría casi la totalidad para mantenerse cerca de los 70 y seguir como primera minoría.

El bloque que sufriría la merma más grande de integrantes es el que encabeza el Frente Renovador de Sergio Massa. Se explica porque el grueso de los 20 lugares que ponía en juego están en la provincia de Buenos Aires y ahora solo obtendría unas 5 bancas.

En sus distintas versiones y disperso en varios bloques, el peronismo no kirchnerista tendría cerca de 44 bancas.

Por el lado del Frente de Izquierda, que pone en juego tres bancas, solo lograría revalidar una por la provincia de Buenos Aires (Nicolás Del Caño).

En el Senado

Donde sin dudas sí se reforzará Cambiemos es en el Senado, siempre y cuando se repitan los resultados de las PASO. Ya que apenas pone en juego tres bancas de 17 que tiene ahora.

Restando lo que pueda ocurrir en Buenos Aires, Cambiemos tendría entre 24 y 26, aun sin quórum propio.

El FPV sufrirá una buena pérdida de bancas, restando por lo menos 7, la mitad de las que pone en juego.

De todos modos seguirá como fuerza mayoritaria en la Cámara Alta.