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Para probar su culpabilidad, la joven le mostró al fiscal cómo se carga el arma utilizada para matar a Fernando Pastorizzo. Y contó que después caminó hasta su casa, puso el arma como la había dejado su padre, y se fue a acostar.
14 DE Enero 2018 - 08:52
Sentada frente al fiscal y acompañada por su abogado, Nahir Galarza intentó probar que su confesión tenía sustento; que no se estaba autoincriminando con intención de cubrir a alguien. Para demostrar que había sido ella quien disparó y mató a su ex novio Fernando Pastorizzo, simuló tener en la mano el arma de su papá, utilizada para balear al joven de 20 años, y mostró cómo se hace para cargarla y disparar.
La transcripción de la declaración de la chica de 19 años, difundida por el diario El Dia de Gualeguaychú, lo describe así: “En este acto muestra cómo se arma un arma de fuego y explica que se saca primero el seguro y luego se agarra arriba, se tira para atrás y se suelta y con esto está lista el arma”.
Fue el cierre para un testimonio que derivó en su inmediata detención, cerca de la medianoche del 29 de diciembre. Horas antes, pasadas las cinco de la mañana de ese mismo viernes, Fernando había sido hallado por un remisero: estaba tirado en la calle y agonizaba al lado de su moto, luego de recibir dos disparos. Minutos después falleció.
“Al hecho lo cometí yo sola. Cuando salimos de la casa, la que le disparó fui yo. Lo hice con el arma de mi papá, que estaba arriba de la heladera, donde la pone siempre”, aseguró Nahir en su confesión al fiscal Sergio Rondoni Caffa. Y agregó: “Los dos disparos los hice con esa arma. Di una vuelta a la manzana y volví caminando a mi casa. Dejé el arma en su lugar sin que mi padre se diera cuenta y me fui a acostar”.
En ese acto ya asomó la estrategia de la Defensa: negar que su clienta y Fernando estuvieran de novios. En su confesión, Nahir entregó un sobre rojo que llevaba su nombre y en el interior tenía una carta supuestamente escrita por Fernando. Allí, el joven daba por terminada la relación entre ambos. Así buscaron sostener otro punto de la declaración de Nahir: “Estuvimos un par de años juntos, pero nos peleamos, nos dejábamos unos días, y así, cada uno hacía lo suyo y habíamos quedado que no nos íbamos a ver y hablar más”. Sin embargo, el escrito tendría escaso valor como prueba.
Demostrar que ya no había una relación sentimental entre ambos permitiría atenuar una posible condena para Nahir. Hoy, está acusada de “homicidio agravado por el uso de arma y por la relación de pareja”, que contempla como pena la prisión perpetua.
En su primera declaración no confesó el homicidio
Según se pudo conocer ahora, en esa primera ocasión estuvo lejos de confesar. Por el contrario, intentó desviar la investigación. Recurrió a un dato que ya se conocía por esas horas: “El arma con la que lo mataron era de policía y yo sé que Fernando tenía un compañero de la escuela que tenía el papá o un tío, o un pariente, que era policía”, declaró cinco horas después de cometido el crimen.
Además, detalló: “Yo sé que lo encontraron por la (calle) Del Valle derecho, y conmigo nunca agarró por ese camino por donde lo encontraron”. Por entonces, los investigadores ya sabían que ella era la última persona que había estado con la víctima.
Nahir incluso fue un poco más lejos. Intentó cubrirse ante la posibilidad de que las cámaras de vigilancia la mostraran caminando en la zona del crimen: “Tenía una musculosa gris y el short que tengo puesto ahora que es de jeans clarito. Y desde la casa de él a mi casa me volví con una campera de color bordó”, aseguró.
Cuando cerca de la medianoche volvió a las oficinas judiciales junto a su abogado, todo cambió. Desde entonces está detenida. Sus padres intentan asistirla y al mismo tiempo buscan revertir la fuerte condena social que sufre su hija en Gualeguaychú, según explica Clarín. A tal punto, que contrataron a un manager de famosos, Jorge Zonzini, para que maneje la comunicación de la familia.