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La pequeña fue hallada sin ropa en una bolsa de nylon. Tras matarla la habrían lanzado desde el balcón al hueco en la que los perros la encontraron.
19 DE Octubre 2018 - 07:28
El crimen de Sheila Ayala, de 10 años, sigue sumando detalles siniestros. Anoche se supo que los tíos de la menor confesaron el crimen, a pesar de que durante los días de su desaparición se mostraban con preocupación ante los familiares, vecinos y medios de comunicación.
Unas horas después, fuentes policiales agregaron más información acerca de cómo fue la muerte de Sheila. Las voces policiales indicaron que la menor fue descartada por sus familiares poco después de su desaparición, ya que la data de la muerte es “de tres a cinco días”, según lo calculado por el estado en el que se encontraba el cuerpo y “la alta temperatura de los días posteriores a la desaparición”.
El asesinato se habría concretado el mismo día de su desaparición, el domingo, a partir de las referencias que arrojaron los primeros contactos con el cuerpo de la nena, que fue hallado desnudo y dentro de una bolsa de nylon, donde también había prendas idénticas a las que llevaba el día que desapareció: una remera fucsia, una bombacha blanca y una sandalia marrón.
El cadaver fue encontrado en un predio lindero al lugar donde vivía la familia. Se trata de un lote ocupado por más de 50 familias. Fue hallado con la ayuda de perros rastreadores en un hueco entre dos paredes en construcción que están justo debajo del departamento donde vivía la pareja que confesó el crimen.
En ese domicilio la policía secuestró un muñeco de “Hello Kitty”, bolsas similares a las que envolvían el cuerpo de Sheila y cintas sobre un colchón infestado de moscas, lo que permite inferir la existencia de restos orgánicos. Se sospecha que a Sheila la envolvieron en bolsas y la tiraron desde el balcón del segundo piso -unos seis metros de altura- para que cayera en el hueco entre dos muros que los vecinos suelen usar para arrojar basura.