Una obra que fue abandonada por la Municipalidad capitalina -por falta de fondos- trajo más inseguridad, peligro sanitario y precariedad en el barrio Convivencia, en el sudeste de la ciudad. A mediados de octubre pasado se suspendieron los trabajos de pavimentación que se realizaban en el lugar y quedaron 10 calles socavadas que ahora son depósitos de basura y lagunas de agua podrida.

Las cuadras son intransitables para vehículos. Tampoco pasan los patrulleros, algo de lo que tomaron nota los delincuentes y vendedores de pasta base quienes coparon varias esquinas para comercializar droga y asaltar a vecinos con total impunidad y a cualquier hora.

"Cuando llamamos a la Policía nos dicen que no pueden ingresar al barrio por el estado de las calles. Eso lo saben los delincuentes y se aprovechan para hacer lo que quieran", aseguró ayer a El Tribuno la presidenta del centro vecinal de Convivencia, Rosa Ríos.

Mientras la mujer relataba lo que ocurre en su barriada se podía observar en la esquina de la casa de la dirigente a jóvenes consumiendo alcohol. "En esa esquina venden drogas", sostuvo, y aseguró que a pesar de las denuncias policiales que realizó no hubo ningún tipo de acción por parte de la fuerza de seguridad.

Al no haber tareas sobre las calles, los vecinos empezaron a arrojar escombros y otros desperdicios, lo que convirtió a la zona en un foco de contaminación y cría de mosquitos.

"Tenemos el hospital Papa Francisco a la vuelta, donde hacen campañas de prevención contra el dengue, pero a una cuadra del hospital empieza esta inmundicia que dejaron. Nos hacen vivir peor que animales", remarcó Teresa Saravia, otra habitante de Convivencia.

También advirtió que, como consecuencia del abandono de la obra, los niños cuando salen de sus casas van a jugar en el medio del barro y el agua estancada, con todo el peligro de contagio de enfermedades que implica.

El "bloqueo vehicular" del barrio pudo haber costado una vida. La presidenta del centro vecinal relató que hace dos sábados un adolescente fue apuñalado en un enfrentamiento de patotas y porque la ambulancia no podía circular, los vecinos lo llevaron en andas hasta al Papa Francisco.

"El chico se salvó de milagro, pero en otra urgencia alguien se puede morir porque la ambulancia no puede ingresar", señaló Rosa Ríos.

Ante todas las problemáticas que conlleva la suspensión de la pavimentación, el hecho de que no puedan pasar por el barrio el camión recolector de basura ni el transporte público parece un mal menor, pero tener que acarrear bolsas de residuos o caminar hasta 7 cuadras por un colectivo también es traumático para los vecinos.

Respuesta oficial

Consultado por la paralización de los trabajos, el subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Francisco Agolio, explicó a este diario que la pavimentación de Convivencia se debe ejecutar con fondos nacionales, que se cortaron en octubre, según dijo.

Aseguró que el viernes pasado el intendente Gustavo Sáenz logró que se destrabe el envió de recursos y dio la orden de reiniciar la obra. "En los próximos días reanudaremos las tareas", sostuvo el funcionario.