Durante el mes en curso tomaron auge los delitos contra la propiedad por el accionar de ladrones que en la jerga policial se conocen como "escruchantes", además de los eternos sogueros, descuidistas, mecheras y otras yerbas.

Los "escruchantes" son delincuentes que operan en temporada y para cometer sus fechorías ingresan a las propiedades en ausencia de sus moradores. En esta época del año el "modus operandi" de estos maleantes se facilita, sobre todo en horas de la noche, cuando las calles se ven vacías y los eventuales testigos (vecinos) permanecen encerrados en sus hogares. Pero aún, cuando los moradores permanecen en sus casas, las noches frías del invierno son aprovechadas por estos audaces ladrones para producir hurtos por escalamiento sin que puedan ser advertidos por los daminificados. Estudios médicos señalan que en la temporada de frío la fisiología del sueño de las personas se profundiza.

Ayer por la madrugada (3.30), cuando el termómetro marcaba una temperatura de 2 grados en la capital, efectivos de la Dirección Seguridad Urbana interceptaron a dos personas que transportaban una máquina hormigonera y un parlante por la calle Ayacucho al 900. Al percatarse de la presencia policial, los sujetos se dieron a la fuga dejando abandonados los objetos que llevaban. Uno de ellos fue detenido y confesó que sustrajeron los elementos luego de reventar el portón de una vivienda de la calle 25 de Mayo.

También en horas de la madrugada, cuando el frío arreciaba en la ciudad, policías del Sector 5 sorprendieron a dos jóvenes cuando huían con la batería de un vehículo en el barrio 25 de Mayo. El procedimiento se realizó en la esquina de las calles Lamadrid y Mendoza. Cuando un móvil policial detuvo la marcha, los sospechosos intentaron escapar sin lograr su cometido. Uno de ello portaba un revólver de juguete. Más tarde un hombre alertó al sistema de emergencias 911 que personas desconocidas habían sustraído la batería de su vehículo estacionado frente a su vivienda.

Otro ladrón madrugador fue sorprendido "in fraganti" en el interior de una vivienda del loteo Cervera. Una patrulla del sector 4 observó que la puerta de una casa estaba abierta y que una persona intentaba ocultarse debajo de una mesa. Se trataba de un menor de 17 años, quien había acopiado con fines de robo una mesa, sillas y un cajón con objetos varios.

Los eternos sogueros también están haciendo de las suyas. Uno de ellos fue sorprendido con las manos en la masa por un vecino cuando se estaba colgado del tendedero. Además de las prendas de vestir, el ladrón se tentó con un flamante secarropas que estaba en el patio y eso le jugó en contra. Con rápidos movimientos, el dueño de casa lo "cazó" del cuello y lo retuvo hasta que llegó la policía.

Con el mismo ritmo se mantienen los robos y hurtos de celulares. El caso más novedoso ocurrió en un boliche, donde una mujer sustrajo tres aparatos de alta gama en el lapso de pocas horas.