Hace unos meses Esmeralda Mitre (36) tuvo que salir a dar explicaciones después de poner en duda que en Holocausto murieron 6 millones de personas. Pidió perdón y explicó que se la mal interpretó. La actriz, que está haciendo la obra La reunificación de las dos Coreas en el San Martín, atribuye la confusión a su estilo directos y sin verdades a media a la hora de expresarse.
Luego de esa situación vivió una situación de abuso con Ariel Cohen Sabban, quien debió renunciar a la presidencia de la DAIA una vez que Esmeralda hizo público el hecho. Esta es su verdad.

-¿Por decir tus verdades, sin filtro, tuviste que salir a pedir disculpas?
-No, esa palabra, "filtro", no me gusta. La gente me lo ha dicho como algo lindo, pero no: lo que pasa es que todo lo que digo, lo pienso. Nada se me escapa. Sí, tengo filtro.

-OK. Pero, ¿te arrepentiste de las cosas que declaraste? Tuviste grandes polémicas por tu cuestionamiento acerca de la cifra de las víctimas del Holocausto (según publicaron, habría dicho: "Es como pasó con el Holocausto; dijeron que eran 6 millones pero no eran tantos").

-Me arrepiento de haber lastimado con mis comentarios, pero también fueron sacados de contexto. De alguna manera me cambiaron las palabras; pero lo que más sentí es que quisieron cortarme la cabeza. Yo dije que no se sabe cuántos son, y entiendo que eso lastimó y por eso pedí perdón, no sólo disculpas. Pero aun así, ese comentario no me convierte en antisemita. Me arrepiento de haber tocado un tema que sensibiliza a tanta gente. Tengo muy claro que fue una de las tragedias más grandes de la Humanidad.

-Pediste disculpas, te pusiste a disposición y después sufriste abuso...
-(Interrumpe otra vez) Pedí disculpas, pero creo que de alguna manera me vi obligada a hacerlo. Tuve dos encuentros. Uno en la DAIA, donde me dijeron que no me perdonaban. Salí desencajada, me caí y me lastimé la cara; nadie me ayudó ni a levantarme. Después, el por entonces presidente de la institución me pidió encontrarnos al día siguiente y no quería que fuese en un café, sino en mi casa. "Te voy a convertir en heroína", me dijo.

-¿Cómo fue ese episodio con el ex presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban?
-Tal cual como lo conté. Sufrí abuso sexual de su parte. Él se aprovechó de mi vulnerabilidad: yo no paraba de llorar y no me podía levantar de la cama. Jamás imaginé que el presidente de una institución tan importante fuera capaz de semejante atrevimiento y locura.

-¿Por qué decidiste no llevarlo a la Justicia?
-Porque mi carrera es muy importante para mí, y aunque estaba decidida a hacer juicio penal, no quise entrar en una guerra. No llegué a la Justicia porque en la DAIA hicieron todo lo que tenían hacer, como pedirme disculpas institucionales en una carta pública... El presidente renunció y hasta consideraron bajar a toda la cúpula. Pero lamento que él haya vivido un momento tan duro, como me puso en la carta, y se considere víctima, cuando la abusada y la extorsionada fui yo. Y muchas muy NiUnaMenos, pero en Twitter ninguna actriz, incluyendo a las que supuestamente eran mis amigas, me dijo "lo lamento" o "me solidarizo". Y no tengo ánimo de resentimiento.

-¿No te sentiste acompañada por otras mujeres?
-Ninguna se solidarizó públicamente. Sólo Vicky Donda y Ursula Vargues, que no son actrices. No me sentí acompañada, pero sí fuerte, porque yo no las molesto. Quizás piensan que tengo todo... ¿Qué significa eso? No es tener dinero y ser rubia. Ser todo es crecer, ser humano, dignificar el trabajo, ser independiente y buena persona.

Fuente: La Voz del Interior