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Los chinos, esposados, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen al 1200. Foto: Andrés Mansilla
La policía realizó ayer nueve allanamientos. Detuvieron a dos ciudadanos chinos. El trabajo fue realizado por la Dirección de Trata de Personas de la Policía de Salta. La organización tenía vinculaciones internacionales y base de operaciones en Salta y Jujuy. Se realizaron más de 300 operaciones ilegales, por la que cobraron importantes sumas de dinero en dólares.
4 DE Agosto 2018 - 00:00
Pese a un cerrado hermetismo en la tarde de ayer se reportaron 10 allanamientos en distintos puntos de la capital y barrios satélites de municipios vecinos que arrojaron como resultado de 4 miembros detenidos de la banda entre ellos los principales cabecillas, se secuestraron 4 vehículos particulares usados por la organización y gran cantidad de dinero en moneda nacional y extranjera, todo el efectivo fue valuado en más de un millón y medio de pesos, además de documentación y registros que sirven a la causa, y la localización y detención de al menos cinco inmigrantes ilegales chinos, dos de ellos detenidos en la vía pública cuando se transportaban en un remise.
Sobre la investigación pende un secreto de sumario pero una alta fuente de seguridad dijo anoche a El Tribuno que el trabajo de investigación llevó varios meses, y se hizo con apoyo del soporte tecnológico de la Unidad de Análisis Criminal del Ministerio de Seguridad de la Provincia, además de los recursos logísticos y operativos de la Policía, con más de 100 efectivos abocados a cumplimentar las órdenes de allanamiento.Todo fue supervisado por la Fiscalía Federal 1, y el Juzgado Federal que dirigió la exitosa investigación.
Esta banda lucraba con el ingreso ilegal y el traslado hacia la Capital Federal de ciudadanos orientales. La mayoría de los ciudadanos ilegales ingresan por pasos clandestinos del departamento Orán, en la frontera con Bolivia. Sobre este punto se sabe que mucho del tema es secreto de quienes lo practican. Los "gestores" del tráfico de personas se los llaman "cabeza de serpiente" en Orán.
La mayoría de los inmigrantes cruzan el mundo bajo la promesa de trabajo y estadía legítima en Argentina.
El costo de esta aventura solo en el último tramo, es decir de Bolivia a la Capital Federal, es de más de 1.000 dólares y en el camino los inmigrantes y sus guías deben sortear las mil y unas para llegar a Buenos Aires.
Los "gestores" de la operación los reciben generalmente en Bolivia/Orán y les ofrecen un contrato de trabajo y visa legal a cambio de 10 mil dólares.
Una vez que los jóvenes aceptan la propuesta emprenden una verdadera odisea.
Viajan desde el oriente en avión hasta Brasil, Perú o Bolivia cuyo costo está en unos 12.000 dólares y una vez que arriban a esos países se mantienen ocultos en casa que les proporcionan los gestores. Allí para asegurarse el pago les retienen los documentos.
Luego son trasladados Salta.
Las últimos sondeos mostraron, dijo una fuente, que la ciudad de Orán ya no era segura para "enfriar" a los chinos, o sea esconderlos hasta poder conseguir los medios para que lleguen a Buenos Aires entonces ese punto se estaría trabajando en esta capital.
Se sabe que si son descubiertos nuestro país les da una residencia precaria que les permite trabajar. Pero después les llega la orden de expulsión.
Hasta que eso se produce los gestores tramitan documentaciones y suelen ir a pedir la residencia, allí deben pagar nuevamente otros tantos cientos de dólares para conseguir prórrogas y otros beneficios.
Se supo que la investigación sobre este tipo de tráfico de personas tiene meses y que los últimos movimientos en esta capital se produjeron para lograr detener a parte de la banda de gestores, cabezas de serpiente, guías, intérpretes y otras tantas personas que lucran a diario con las inmigraciones ilegales que soporta nuestro país.
Un dato revelador de la situación lo dan las propias calles de Salta, atestadas de un día para el otro de cientos de extranjeros de todos los continentes que se ven deambular por la zona peatonal del centro y sobre todo en cercanías del mercado municipal, donde se concentran sus actividades laborales.
Personal de la Policía de la Provincia detuvo ayer a otros tres ciudadanos de Colombia que ingresaron de manera ilegal al país a través de la frontera con Bolivia. Con estos ya son 17 las personas procedentes de ese país descubiertas en idénticas condiciones en poblaciones del departamento Orán.
El lunes pasado la Policía norteña descubrió a los ilegales en tres procedimientos realizados en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán y en la localidad fronteriza de Aguas Blancas. Los extranjeros argumentaron que eran hinchas del club Atlético Nacional y que vinieron a la Argentina para alentar a ese equipo en el partido que disputará el próximo jueves con Atlético Tucumán, en la vecina provincia, por los octavos de final de la Copa Libertadores de América. Todos fueron puestos a disposición de las autoridades de la Dirección de Migraciones, quienes luego de consultar sus antecedentes dispusieron la inmediata expulsión del país.
Ayer la policía de Colonia Santa Rosa detectó a dos hombres de la misma nacionalidad en el empalme de la ruta nacional 34 y provincial 14. Horas más tarde localizaron a un tercero en la ciudad de Oran. Esta persona fue interceptada cuando circulaba en una moto. Al igual que los detenidos el lunes ninguna contaba con la documentación de ingreso legal. El juez federal de Oran, Gustavo Montoya, dispuso que los colombianos fueran puestos a disposición de Migraciones, organismo encargado del registro y control del ingreso y egreso de personas extranjeras. También en este caso resolvió que fueran deportados.