El sábado por la noche una patota integrada por cinco mujeres atacó salvajemente a otro grupo de chicas que subían a su automóvil, a la salida de un boliche de la zona norte Salta Capital, según contaron familiares de las víctimas. 

 

 

 

 

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HAKUNA PATADA Primero les pidieron cigarrillos y luego quisieron arrebatarle los celulares y las carteras a cachetadas, trompadas y patadas, según consta en la denuncia policial. El sábado por la noche una patota integrada por cinco mujeres atacó salvajemente a otro grupo de chicas que subían a su automóvil, a la salida de un boliche de la zona norte Salta Capital, según contaron familiares de las víctimas. La gresca comenzó luego de que el grupo de agresoras se acercara a unas amigas que salían de la disco Hakuna, ubicada en Balcarce al 2.500, e intentaran subir al vehículo estacionado en inmediaciones de avenida Bolivia. Fuente @eltribunosalta #Violencia #golpes #piñas #patadas #boliche #Hakuna #gresca #patota #disco

Una publicación compartida de Central Policial Salta (@centralpolicialsalta) el 4 Feb, 2019 a las 6:07 PST

La gresca comenzó luego de que el grupo de agresoras se acercara a unas amigas que salían de la disco Hakuna, ubicada en Balcarce al 2.500, e intentaran subir al vehículo estacionado en inmediaciones de avenida Bolivia. 

De acuerdo a lo manifestado por las víctimas en la denuncia policial, primero “se les acercaron y les pidieron cigarrillos, a lo que accedieron. Luego les pidieron más, pero al no tener trataron de quitarle los celulares y las carteras, propinándoles cachetadas” a diestra y siniestra. 

La cosa no quedó allí, ya que un joven acompañante de las víctimas, Nahuel Solorza (24), quiso intervenir para controlar la situación, pero lejos de lograrlo recibió una seguidilla de trompadas, patadas e insultos. Solo atinó a protegerse de los golpes y no se defendió, por tratarse de mujeres, de acuerdo a lo que hicieron constar en la declaración.

Es así que Paula Jarsún (hermana del intendente de Rosario de Lerma), Inés Sanz, Felicitas Petraqui, Agustina Bravo y Solorza, vivieron momentos de extrema tensión y angustia. De lo sucedido dieron aviso a un móvil policial que pasó por el lugar segundos después de los ataques y - según consta en las declaraciones - se trataría del vehículo Nº1835, pero se desconoce hasta el momento si dieron con las agresoras.

Las víctimas quedaron atemorizadas por la violenta experiencia y una de ellas pudo registrar el ataque con la cámara de su celular, material que fue aportado a las investigaciones para dar con el paradero de las jóvenes violentas.