La única forma en que el presente de Gimnasia y Tiro consuele a sus hinchas es que se lo compare con el de Juventud. A diferencia del santo, al albo, pese a que viene realizando una de las peores campañas de visitante de su historia, le está alcanzando para zafar, por ahora, aunque la derrota en Jujuy con Zapla haya vuelto a complicarlo. En el futuro puede llegar a lamentar, y mucho, lo que perdió en Jujuy si es que no vence a San Martín de Formosa en una auténtica final, el miércoles 13 en la Vicente López, después de su fecha libre. 

Para ese partido el albo llegará disminuido en la defensa y en la zona de creación de fútbol, y el DT Daniel Ramasco debe decidir quién reemplazará a su generador Pablo Motta y a Fabio Giménez (ambos con 5 amarillas), además del expulsado Álvaro Cazula.

Además, en el seno del albo tendrán que estar atentos en la semana para saber si es que algún otro jugador resultó informado tras la gresca que se originó al final del partido en Palpalá, y qué sanción le caberá a Motta, con quien cruzó palabras el juez Montero.

Por lo pronto, Gimnasia (24 puntos en la general) volverá a jugar recién en diez días, y hasta tanto debe implorar porque Racing de Córdoba (20), hasta hoy el último virtual descendido, no sume y lo complique. La academia cordobesa visita hoy a las 19 a Estudiantes de San Luis.