Los pobladores de Alto La Sierra iniciaron el lunes una toma pacífica del hospital de ese alejado paraje del municipio Santa Victoria Este, ubicado unos 500 kilómetros al noreste de Salta, en reclamo y denuncia por la falta de profesionales médicos, insumos, medicamentos y ambulancia.

  Deplorable estado en que llegó una ambulancia al taller.
 

La medida de protesta fue debatida y votada el pasado viernes por la tarde, tras una reunión entre caciques y pobladores de ese poblado. Entre otras exigencias piden la presencia del ministro de Salud, Roque Mascarello.
Los originarios, mayoría en este pueblo del Chaco salteño, afirman que el hospital suspendió la atención por consultorios y solo brinda cobertura en casos de emergencias, lo que los perjudica porque no cuentan con atención permanente en el establecimiento.
Cabe recordar al respecto que el hospital de Alto La Sierra es chico, un centro de salud un poco más grande y por lo tanto su grado de complejidad es muy bajo.
El el comunicado de los aborígenes se lee: “La atención se realiza solo en casos de emergencias y se suspendió la atención por consultorio y el trabajo de todo el personal, a excepción de la guardia”, dijeron.
Entre los puntos expuestos y a los que exigen pronta respuesta figuran el pedido de médicos y de un bioquímico, la provisión de una nueva ambulancia, insumos y medicamentos.
También exigen el nombramiento de personal nuevo en el hospital, que no sean políticos, la implementación efectiva de la guardia y mejoras en la atención de la farmacia, además del recupero de cargos del personal de limpieza.

  El radiador, totalmente obstruido por arena.
 

Lo que dice el Ministerio

Desde la cartera de Salud provincial se informó ayer que desde septiembre del 2018, al hospital de Alto La Sierra se le entregaron tres ambulancias, las cuales no tuvieron el mantenimiento correcto por parte del área operativa. 
La primera se encuentra fuera de funcionamiento con el motor fundido, como consecuencia del uso negligente y con el radiador totalmente obstruido por barro. Se debe rectificar completamente, lo cual tiene un costo mayor a los 300 mil pesos. 
La segunda, un vehículo que fue equipado especialmente para moverse en la zona, teniendo en cuenta las características de los caminos, regresó a Salta en grúa, con el motor fundido y en pésimas condiciones generales. La ambulancia estaba funcionando en condiciones mínimas, sin mantenimiento por parte de los responsables. El costo total de la reparación supera el millón de pesos. 
La tercera fue encontrada abandonada en un taller de Tartagal y a partir de ese momento se la regresó a servicio luego de reparar el motor, el sistema de inyección y ponerle repuestos varios, arreglos que demandaron un gasto de $341.181 al Ministerio. 
Por las situaciones descriptas, desde la cartera sanitaria se elevó un sumario administrativo contra los responsables del parque automotor del hospital de Alto La Sierra y a pesar de las negligencias personales del personal, el Ministerio, en salvaguarda de la población, va a enviar esta semana una cuarta ambulancia a la zona. 
En lo referido a la falta de un profesional bioquímico en el nosocomio, se recuerda que el doctor Bustamante, quien se desempeñaba en esa área operativa hasta marzo de este año, tuvo que dejar su puesto de trabajo por las continuas amenazas recibidas por los habitantes de las comunidades de la zona. Esto consta en la comisaría local donde se radicaron las denuncias.
Finalmente, se informa que desde el Programa de Farmacia se hace el envío de medicamentos a la zona cada 15 días, en la época estival se refuerzan los stocks de insumos y, en caso de ser necesario, desde la gerencia se debe remitir al programa, para solicitar los medicamentos necesarios.
Cabe recordar respecto de las ambulancias destruidas, que el chofer de esas unidades es Nerón, justamente el cacique de Alto La Sierra, por lo que se comprende que los miembros de su comunidad apoyen sus pedidos sin tener en cuenta las culpas y negligencias cometidas por el responsable del parque automotor.
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