La detención de dos menores de edad por el caso de la docente Sandra Palomo dejó entrever una trama que no sutura con la dimensión del delito y menos aún con la inteligencia criminal del mismo.

Los móviles de una tortura seguida de muerte se están perfilando hacia el homicidio en ocasión de robo, pero algunos detalles no son suficientemente transparentes como para acometer contra una pequeña asociación criminal de tres menores de edad, apenas imputables.

Los dos adolescentes de 17 años detenidos como sospechosos del homicidio de la docente hallada en inmediaciones del río Arenales, de la zona sur de la ciudad de Salta, fueron imputados como partícipes necesarios y tras escuchar los fundamentos de la acusación se negaron a declarar.

La fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas (UGAP), María Luján Sodero, imputó por el delito de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía, en carácter de partícipes necesarios, a los dos menores de edad.

Los adolescentes fueron detenidos en el marco de la investigación que se lleva a cabo por el homicidio calificado de la docente Sandra Silvia Palomo (53), que el domingo último fue encontrada asesinada en una zona descampada del barrio Don Emilio, en inmediaciones del río Arenales.

Durante la audiencia de imputación, los adolescentes estuvieron asistidos por defensores oficiales y se contó con la presencia de la Asesoría de Menores e Incapaces.

Tras conocer la acusación en su contra, ambos decidieron abstenerse de declarar en la investigación, donde ya se encuentra imputado otro menor de 15 años, como autor del delito de homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.

La mujer fue denunciada como desaparecida el sábado pasado, a la noche, por sus familiares, quienes precisaron que salió ese mediodía de su casa del barrio Tres Cerritos, en la zona norte de la ciudad, a bordo de su camioneta marca Toyota Hilux color gris, para hacer unas compras, y no regresó desde entonces.

Unas horas después de la denuncia de su desaparición, su vehículo apareció estacionado a una cuadra de la vivienda de Palomo, con signos de violencia en su interior.

En tanto, el domingo, una mujer que buscaba a su caballo alertó al Sistema de Emergencias 911 sobre el hallazgo de un cuerpo que finalmente fue identificado por los familiares de Palomo.

Al día siguiente fue detenido el chico de 15 años, que sería vecino de la docente y no tendría vinculación familiar con ella, y que fue detectado por las cámaras de seguridad de la ciudad, cuando conducía la camioneta de la víctima.

El cuerpo de Palomo presentaba heridas de arma blanca y golpes, y la autopsia practicada indicó que el deceso se produjo por shock hipovolémico.

Régimen especial

La detención de los tres menores presupone que hasta tanto no lleguen a la mayoría de edad y aún siendo condenados quedarán bajo la decisión de los jueces de Menores.

El chico de 15 años es de por sí inimputable y los otros dos detenidos, de 17, están acusados del mismo crimen pero en el grado de la coautoría, es decir como partícipes necesarios. 

La cadena de detenciones no se cortó aún, ya que faltan otros tantos eslabones.

Se sabe que hay filmaciones del momento del abordamiento de la docentes y trascendió que la misma podría haber sido atacada en ese lugar.

Los móviles del crimen aparecen como conjugados al plural.