El municipio de Rosario de la Frontera esta decidio a dar un paso decisivo en la búsqueda de convertirse en una ciudad verde. Al respecto, el intendente Gustavo Solís dialogó con El Tribuno respecto de los avances en la conformación de un consorcio, del que participarán en principio cinco municipios del sur provincial, para la disposición final de los residuos sólidos urbanos. Planean, además, plantar 10.000 árboles en los próximos cuatro años. 

El proyecto es ambicioso. ¿Qué etapa transitan en sus aspiraciones de convertirse en una eco-ciudad?
Recientemente lanzamos un programa que proyecta plantar 10.000 árboles en los próximos cuatro años. Para ello contamos con un fuerte apoyo de los técnicos del INTA, que nos visitan semanalmente. Ya comenzamos con la colocación de 1.000 ejemplares de eucaliptus que adquirimos de Orán. Paralelamente pusimos en marcha nuestro pequeño vivero municipal, donde estamos produciendo más de 2.000 plantines que calculamos van a estar listos para el próximo año. Se trata de especies como lapacho, ceibo salteño, entre otras. Naturalmente, se tienen en cuenta el tipo de veredas, calles etc. Es decir, que se trate de árboles que reúnan condiciones urbanas, con mucha flor, raíces que luego no produzcan el levantamiento de veredas o afecten la instalación de servicios, entre otras características. Ya intervenimos con árboles calles como la 25 de Mayo, Melchora Figueroa de Cornejo, entre otras.

"Son múltiples los beneficios de la forestación urbana. Cada árbol que se planta es una alegría, forma parte de nuestras aspiraciones de mejorar la calidad de vida de los vecinos, hermosear la ciudad y también impacta positivamente en nuestros proyectos turísticos".

Una iniciativa de este tipo requiere del acompañamiento de los vecinos
Sí. Totalmente. Hay que poner en marcha una campaña de concientización, que no solo brinde información acerca de las especies que se van a implantar, sino también sobre los cuidados, como el riego, y de la necesidad de preservarlos. Nuestro municipio ya cuenta con un marco legal -ordenanza- sobre este tema que establece, por ejemplo, que cada frentista debe tener dos árboles. Trabajar en este tema es muy beneficios para la comunidad. Hay que tener en cuenta que es una localidad esencialmente urbana, de los aproximadamente 35.000 habitantes unos 32.000 viven en la ciudad. Una situación que nos hace repensar nuestro territorio. 

Se anunció recientemente tratativas para la conformación de un consorcio en el sur de la provincia 
Efectivamente. En principio estaría conformado por Rosario de la Frontera, El Potrero, El Jardín, El Tala y La Candelaria. Pero también podrían incluirse otros municipios cercanos del departamento Metán y también la localidad tucumana de Trancas. Ahora estamos en esa tratativa, en el armado técnico de la parte operativa, del plan estratégico, para pasar luego a la que apuntará a conseguir el financiamiento. Vamos a invertir en un gran relleno sanitario y en un moderna planta de reciclaje. Estamos pensando soluciones en vista de los próximos 30 años. Hay que proyectar en vista del crecimiento demográfico que nos espera. Rosario tiene la ventaja de contar con una amplio predio para desarrollar el proyecto. Es de unas 30 hectáreas que están ubicadas en inmediaciones del cruce entre las rutas 9 y 34, al lado de donde actualmente funciona la planta. Ya se realizan todos los estudios ambientales. Un grupo de técnicos especialistas se encuentran abocados a ese tema. Hay muy buena aceptación de los municipios vecinos a esta propuesta, ya que la basura es una problemática común a todos y existen localidades pequeñas que no tienen escala para realizar una inversión de este tipo.

Calculamos que entre los cinco municipios de la región que conformarían en principio el consorcio, se generan 35 toneladas de residuos.

Foto ilustrativa de una planta de reciclaje 

¿Cómo tratan actualmente los residuos?
Actualmente contamos con una planta y trabajamos seriamente en la gestión de residuos. No tenemos vertederos a cielo abierto. Es decir, hacemos un trabajo responsable en cuanto a la disposición final. Hay unos 70 trabajadores destinados en esa área. Algunos materiales como vidrio y plástico se recuperan, para luego ser comercializados. A lo que apuntamos ahora es a modernizar y ampliar ese trabajo, a través de proyectos con Nación y Provincia, que nos permitan que esta labor se convierta con el tiempo en autosustentable.