Rodeados de apenas unos pocos familiares íntimos, con barbijos que quedarán registrados en el álbum de fotos como un signo de la época y sin posibilidades de sellar la ceremonia con un festejo, salteños que esperaban la reapertura del Registro Civil desde hace semanas por la cuarentena empezaron a “dar el sí”. En la tarde de ayer se casaron tres parejas y hasta el sábado están anotadas 10 en total.
Después de casi 60 días con actividades restringidas por el aislamiento social, ayer se reiniciaron los matrimonios en la sede central del Registro Civil, en la calle Almirante Brown 160. Durante estas semanas de inactividad las consultas de salteños que esperaban formalizar su unión nunca dejaron de llegar.
En la ceremonia solo puede haber 10 personas, incluidos los contrayentes, el juez y los testigos. Todos deben usar barbijo y no se permite que asistan personas que están comprendidas en grupos de riesgo o niños, excepto los hijos de la pareja, bajo exclusiva responsabilidad de sus padres. 
Tampoco pueden reunirse familiares, amigos y conocidos afuera del edificio. La tradicional lluvia de arroz como señal de buen augurio para la nueva familia también deberá quedar para más adelante.
Se autoriza que una persona use un dispositivo móvil personal para transmitir el momento por videoconferencia o tomar fotos y el horario es de 15 a 20 en todos los casos.
Se informó que, por ahora, los matrimonios solo se harán en Salta capital y que se trabajará para instrumentarlos también en las sedes del interior.