La Liga del Valle de Lerma, como el resto de las ligas y clubes de país, mientras los dirigentes aguardan novedades de un posible regreso a la actividad debido a la pandemia del coronavirus, comenzaron a diseñar la posibilidad de jugar un torneo corto, el cual se desarrollaría tan solo en tres meses.
Está claro que, como no hay certezas de ninguna índole, el plan que construyen los directivos vallistos estará supeditado a lo que dictamine el Gobierno nacional y el Consejo Federal.
En principio la forma de disputa, que podría sufrir modificaciones porque por ahora solo es un bosquejo, sería jugar en dos zona de cinco equipos, teniendo en cuenta la cercanía geográfica y todos contra todos a diez fechas.
La zona A estaría integrada por Atlético Cerrillos, Juventud Unida, Olimpia Oriental y Massalín y Celasco (todos de Rosario de Lerma), Unión Haytiquina y Social Boroquímica (ambos de Campo Quijano)
La zona B la conformarían Deportivo La Merced, San Agustín, Sportivo El Carril, Atlético Chicoana y San Bernardo de Coronel Moldes.
Una de las diferencia que tendría el nuevo torneo anual, dejando de lado que será más breve de lo normal, es que se jugaría en doble turno, esto significa que las autoridades programarán dos partidos en un mismo escenario. A su vez, la idea es jugar a puertas cerradas, una medida que planifican los dirigentes para aminorar los costos de la competencia para los clubes.
Los primeros dos equipos de cada zona clasificarán a semifinales, instancia que se definirá por play-offs (ida y vuelta). La misma metodología tendrá la fase final del torneo Anual de la Liga del Valle.