El piloto alemán Mick Schumacher, hijo de Michael, ganó su primera carrera del año en la Fórmula 2 en el GP de Italia celebrado en Monza, la misma pista donde su padre se quedó cinco veces con la victoria en la Fórmula 1.
El hijo del séptuple campeón mundial alemán, surgido de la Academia de pilotos de Ferrari y quien podría dar el salto a la F1 el año entrante con Alfa Romeo, se impuso en el “Templo de la Velocidad”.
A bordo de su Prema Racing había quedado ubicado en el séptimo lugar de la grilla de largada después de tener una accidente en la clasificación, pero subsanó cualquier falencia en un solo movimiento. Mick Schumacher ganó de punta a punta en la Fórmula 2 y mucho tuvo que ver su magistral rendimiento en el inicio: antes de llegar a la primera curva tras la largada saltó rápidamente hasta el segundo puesto.
Los problemas del británico Callum Ilott en boxes cuando promediaba la competencia le abrieron la ventana para adueñarse de la hegemonía definitiva de la carrera, algo que el joven conductor alemán de 21 años no desaprovechó. Mantuvo su regularidad en las 30 vueltas y, finalmente, se subió a lo más alto del podio en la primera carrera de la F2 en el GP de Monza.
“Es algo especial ganar en Monza”, comentó Mick tras su victoria, edificada desde una gran largada: del séptimo lugar de la grilla saltó al segundo antes de la primera curva.
El alemán quedó tercero en el campeonato con 131 unidades, a solo tres de los líderes: el ruso Robert Shwartzman (compañero de Schumacher en el Prema Racing) y el inglés Callum Ilott.