Al 11 de abril la Organización Mundial de la Salud lo declaró el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson, una patología que presenta un trastorno neurodegenerativo crónico que, con el tiempo, se transforma en una incapacidad progresiva. La fecha conmemora el nacimiento, en 1775, del médico e investigador británico James Parkinson, quien padeció la enfermedad y describió sus síntomas.

Es una enfermedad neurodegenerativa y es la segunda patología de este tipo, después del Alzheimer, que afecta aproximadamente al 1% de la población mayor de 60 años.

El Tribuno consultó al neurólogo Juan Pablo Zorrilla, quien aclaró que es una enfermedad que se caracteriza en la lentitud de los movimientos, rigidez, temblores y pérdida de los reflejos posturales. Sin embargo, tiene síntomas que son menos conocidos por los pacientes que se llaman "no motores" a los que hay que prestarles mucha atención. Esos indicios pueden afectar el olfato, la parte gastrointestinal con constipaciones o problemas de sueño, que son muy vividos donde la persona se mueve mucho, los actúa y pueden ser agresivos. Son trastornos de conducta durante el sueño REM.

El hospital San Bernardo funciona como centro de referencia provincial para el tratamiento de pacientes y cuenta con un servicio de neurología. En el 2019 se realizó por primera vez una cirugía de estimulación cerebral profunda a una mujer con esta enfermedad. La intervención permitió la reducción de los síntomas motores y un mejoramiento de la calidad de vida de la paciente.

Detección temprana

"La enfermedad, si bien es progresiva, el diagnóstico precoz es muy importante para iniciar el tratamiento para estabilizarla. Se puede hacer con medicamentos donde se suplementa un neurotransmisor que se llama dopamina, que es lo que le falta al cerebro en esta enfermedad y que se puede hacer por vía oral con medicación. También hay otros tipos de tratamiento, como ser el quirúrgico, que está indicado en algunas fases específicas de los pacientes, no es para todos", expresó el profesional que actualmente se desempeña como Jefe del Programa de Epilepsia del Ministerio de Salud.

El neurólogo destacó que es muy importante la detección temprana porque los síntomas son muy complejos y muy diferentes en todos los pacientes. En la etapa temprana también es importante el ejercicio físico, la fisioterapia, mantener la actividad cognitiva y la interacción social con el entorno.

"La gente lo tiene muy asociado al Parkinson con el temblor en las manos, pero no todos los pacientes con Parkinson tiemblan, porque al paciente que no tiembla la gente o inclusive el médico generalista no lo sospecha. Los síntomas que se pueden manifestar en los pacientes sin temblor son: inestabilidad en la marcha, como una sensación de mareo que no es mareo, rigidez, caminar despacio con pasos muy cortitos. Esa lentitud en los movimientos puede ser generalizada, inclusive en la cara, en los miembros superiores. Son síntomas que tienen que hacer sospechar de esta enfermedad y consultar para que lo vea un especialista en neurología", explicó.

Campañas para concientizar a la población

Clínicamente, la enfermedad de Parkinson se define por el desarrollo gradual de los llamados “signos motores cardinales”: temblor, rigidez muscular, lentitud de movimientos y alteraciones posturales. Sin embargo, la enfermedad contempla una variedad de síntomas no motores, algunos de los cuales pueden estar presentes hasta 15 o 20 años antes de que los signos motores sean evidentes: déficit olfatorio; trastorno de conducta del sueño, depresión, dolor entre otros. “La realidad de las enfermedades neurológicas, como en todo el mundo, es que hay un retraso en el diagnóstico de muchas de estas patologías porque son inherentes a la especialidad y no hay muchos neurólogos. Pero esto es un problema mundial. Muchas veces para los pacientes que están en el interior es dificultoso el acceso y a veces llegan en estadíos avanzados”, explicó Zorrilla, quién afirmó que este tipo de campaña tiene la tarea de concientizar a la población sobre este tipo de patologías. “Uno tiene que actuar en dos pilares fundamentales. El primero es la visualización de la enfermedad con este tipo de campañas y segundo la capacitación del personal de salud”, añadió. Un paciente con un diagnóstico precoz puede tener una vida totalmente normal. La evolución es muy dependiente de cada paciente por lo que no se puede generalizar, pero en los estadíos más avanzados el paciente puede tener una dependencia total. “La medicación retrasa muchas de esas fases por eso es importante con una detección temprana. La medicación es algo importante que debe ser suministrada y el paciente debe tener una buena adherencia”, finalizó.