La camiseta que Diego Maradona utilizó en la final de la Copa del Mundo de México 86 fue una de las reliquias más destacadas de una nueva subasta, denominada “Leyendas del deporte”, que realizó ayer la casa Julien’s y la cual fue vendida por 50.000 dólares.

Semanas atrás, la casa de subastas Sotheby’s ya había rematado la casaca que usó el astro argentino en el emblemático partido de cuartos de final ante Inglaterra, donde ocurrió el mejor gol de la historia y la recordada “Mano de Dios”, y recaudó un total de 9 millones de la divisa norteamericana, cifra ampliamente superior a la cosechada por la camiseta de la final de México ’86 que Argentina le ganó a Alemania por 3-2.

Si bien el Pelusa no marcó goles en ese encuentro, del que hoy se cumplen 36 años, fue una de las figuras y dio la asistencia clave en el tanto de Jorge Burruchaga que sentenció el marcador en el complemento.

¿Es la auténtica?

En este caso, la prenda subastada proviene de la colección del difunto relator y periodista José María Muñoz. Sin embargo, la polémica se instaló, ya que el especialista argentino Marcelo Ordas aseguró que no fue utilizada en ese juego.

“No era de él. Es una camiseta que Diego le regaló a la familia del recordado relator Muñoz pos-Mundial 86. No es la que él utilizó en el Mundial, es una camiseta que se estima de protocolo. Está dedicada y firmada por Diego, pero no ha sido utilizada, y menos aún en el Mundial. Es un poco extenso explicarlo, pero técnicamente en la parte posterior donde se encuentra el número en la espalda, se ve bien que no coincide la puesta del número con la camiseta de la época”, aseguró el especialista.

Por su parte, el sitio Julien’s -encargado de la subasta- no dejó lugar a la duda y señaló en su portal: “Maradona firmó la camiseta con marcador negro e inscribió ‘Para José María, con todo mi cariño’”. 

La subasta tuvo una base de 10 mil dólares y se esperaba que llegara a los 60 mil, aunque finalmente se entregó por menos a un particular.

A 36 años del último grito sagrado

Un día como hoy, hace 36 años, tras vencer en la final a Alemania por 3 a 2 en el estadio Azteca y ante una multitud, la Selección argentina comandada por el genial Diego Armando Maradona alzaba la voz en lo que sería su último grito sagrado, la última vez que los nuestros levantaron la ansiada Copa del Mundo, ese trofeo que todos los argentinos deseamos ver en manos de Lionel Messi y compañía en Qatar el próximo 18 de diciembre, y que retorne de vuelta a casa.

Se cumplen 36 años de aquella secuencia perfecta: del cabezazo de Brown, del gol de pizarrón de Valdano y de la corrida histórica de Burruchaga tras el pase mágico del gran Diego.