El acusado Mario Victor Palermo falleció ayer a las 13.39 y desencadenó una nueva demora en un juicio que espera por más de 45 años. Un debate en donde se intenta establecer otro crimen de lesa humanidad cometido contra Fidel "Toto" Yazlle en febrero de 1977, en la localidad de Morillo.

Para hoy estaba programada la audiencia de alegatos de las querellas de los familiares y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de la Fiscalía Federal, la cual se suspendió a pedido de las partes acusatorias por la necesidad "de modificar los fundamentos ante la muerte de Palermo".

La audiencia comenzó luego de una suspensión de una 1 hora en la sala del Tribunal Oral Federal 1, a cargo de los jueces Federico Santiago Díaz, Mario Marcelo Juárez Almaraz y Marta Liliana Snopek, mientras que Domingo Batule actúa como cuarto juez.

Comenzada la audiencia, el defensor particular de Palermo, Horacio Morales, ante la muerte de su defendido pidió su sobreseimiento lo cual fue rechazado de plano. "Le cabe sólo la extinción de la acción penal ante la muerte", dijeron fuentes fiscales. Para los familiares y víctimas del terrorismo de Estado este proceso de ralentización de la justicia se denomina la impunidad biológica, ya que los genocidas se están muriendo sin condena o al poco tiempo de haberla recibido.

"Yo estoy esperando por la justicia desde hace 45 años desde que estos tipos se llevaron a mi esposo y lo mataron. Mario Víctor Palermo fue un policía de Orán que engañó a los hermanos de mi esposo haciendo una investigación falsa porque él sabía que fueron ellos mismos los que lo mataron. Le sacaban plata a mis cuñados para acelerar la investigación. Además le pidió un auto. Sólo fue una cortina de humo porque actuaba en complicidad. Me quiso llevar a declarar a Metán y todos en Orán me advertían que no me vaya porque me iba a matar. Era ya conocido por actuar con la Guardia del Monte", dijo Teresa Toledo, viuda de Yazlle.

La reprogramación de la audiencia de alegatos de la parte acusatoria pasó para el próximo 9 de agosto del presente año, a partir de las 9, en donde se escucharán lo alegatos del fiscal federal Carlos Amad, quien representa al Ministerio Público, junto al fiscal ad hoc Juan Manuel Sivila; a Gastón Casabella que representa a la querella de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación; y Javier Sarmiento querellante de la familia de Yazle. Los tres le pidieron al Tribunal el tiempo para la "reformulación" de los alegatos ante la muere de Palermo.

El militante radical, comerciante y dirigente de básquet, fue secuestrado el 11 de febrero de 1977 en la puerta de su negocio, en la localidad de Morillo, del departamento salteño de Rivadavia, unos días después de denunciar por contrabando, talas clandestinas y otros delitos al intendente de facto del pueblo, Humberto Lazarte, y al comisario local Adolfo Zenón Ávila.

Su cuerpo fue hallado sin vida, desnudo, en las vías del ramal C-25, cerca de la localidad de Pluma de Pato.

"Yo nunca bajé los brazos porque tengo una gran necesidad de hacer justicia. Amaba a mi esposo y padre de mis tres hijos, pasé más de la mitad de mi vida luchando por esto, no quiero irme de este mundo sin ver los frutos de estos 45 años de dolor y de lucha", expresó.

Además de Palermo y Soraire, fueron involucrados en el hecho los fallecidos Adolfo Zenón Ávila y Fortunato Saravia, otro policía que integraba el grupo de tareas de la Guardia del Monte.

Por este hecho, en noviembre de 2017 el juez federal Julio Bavio procesó a Palermo y dictó la falta de mérito a favor de Soraire. Esta falta de mérito fue confirmada en 2018, por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, y revocada en 2020 por la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal.

Ahora sólo quedó en el banquillo de los acusados Andrés del Valle Soraire, que era oficial principal de la Policía de Salta en Metán, Los demás acusados ya recibieron la impunidad biológica de la muerte sin condena.