El hombre que el domingo 22 de octubre casi provoca una masacre en el interior del bar Temple, ubicado sobre el Paseos Güemes, calle Belgrano al 200 de la capital salteña, se llamó a silencio.

Matías “Semila” Paz se presentó hoy frente a la justicia acompañado de un defensor particular , fue imputado y se abstuvo de declarar. 

Paz se mantuvo en la clandestinidad durante casi cinco días, fue finalmente ubicado y detenido en un domicilio particular del macrocentro salteño, donde era "aguantado" por un amigo personal.

Este lunes, el fiscal Penal 2, Ramiro Ramos Ossorio, lo imputó de forma provisional como autor de los delitos de tentativa de homicidio simple agravada por el uso de arma de fuego, lesiones leves y tenencia, portación de arma de guerra y daños en concurso real.

Además se informó que la investigación sobre los llamativos y temerarios hechos siguió su curso para documentar y fundamentar la acción fiscal y de la Justicia. En ese orden, se informó que tras su detención el pasado viernes, durante el fin de semana personal de la Unidad Especial de Investigación Especial del CIF localizó en una vivienda de barrio Hernando de Lerma, de la ciudad de Salta, el auto en el que el acusado se dio a la fuga del lugar del hecho y procedió a secuestrarlo. El automóvil fue peritado por personal del CIF.

En un aguantadero

El fiscal dio detalles de la causa que tuvo en vilo a toda Salta, cuando Matías Paz baleó el bar Temple ubicado en el Paseo Güemes. Paz estuvo 5 días prófugo de la Justicia. La Policía estuvo a punto de atraparlo en la avenida Bicentenario pero se fugó. Los investigadores no pudieron continuar con la persecución debido a que el móvil utilizado sufrió fallas mecánicas. De esa manera, Matías Paz se refugió en la casa de un amigo apodado "Bumbuna", ubicada en el barrio Costa Azul.

En ese lugar el prófugo de la Justicia se rapó y cambió su aspecto para poder evadir a las fuerzas de seguridad. Según informó Ramiro Ramos Ossorio, el dueño de la vivienda es barrabrava del Centro Juventud Antoniana.

En el lugar se secuestraron armas de fuego, una de ellas 9 mm. También estupefacientes, marihuana y cocaína, dinero en efectivo, una máquina de contar billetes, la ropa que utilizó Matías Paz cuando tiroteó el bar y otras elementos que hacen a la causa.