La primera semana de noviembre finaliza sin ver la promocionada normalización del abastecimiento de combustibles en Salta y parte del interior del país.

Con nafta y gasoil suficientes en las estaciones del centro del país, la problemática salió de la agenda del Gobierno nacional mientras, a nivel local, las autoridades hacen malabares para evitar el tema y suponer que la gente ya no hace cola en las estaciones de servicio.

No obstante, se debe dejar sentado que, a 10 días del pico de la crisis, la situación ya no es tan grave y las filas de más 800 metros y cuatro horas de espera se redujeron, pero lejos están de desaparecer. Es cierto que la crisis se atenuó, pero el abastecimiento no se normalizó.

Más allá de las advertencias y la propaganda política impulsada por el ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, la política energética sigue siendo ineficiente y discriminatoria con el interior del país, cuyos consumidores siguen soportando la escasez de combustibles mientras financian con un precio más alto los subsidios que benefician a las grandes urbes del centro, donde se concentran los votos con los que el oficialismo espera retener el poder.

Otro domingo de temperaturas agradables se perdieron cientos de salteños ayer que, pudiendo aprovechar la jornada para pasear, distenderse o disfrutar de actividades al aire libre, debieron pasar buena parte de la mañana o la tarde haciendo fila para cargar nafta o gasoil.

Ayer por la mañana, en la estación YPF sobre Avenida del Bicentenario de la Batalla de Salta y Paseo Güemes, mientras la pizarra solo marcaba "sin stock"de Infinia, la fila de vehículos se extendía por poco más de una cuadra y avanzaba más rápidamente que en días pasados. Con resignación y un dejo de malestar por el tiempo perdido haciendo fila, algunos conductores expresaron a El Tribuno que "no queda de otra que hacer fila y esperar".

"Hace 20 minutos que llegué y me dijeron que sí hay nafta, así que tendré combustible si Dios quiere", dijo Francisco, el último de la fila para cargar. "Creería que se está alivianando la situación", expresó.

Sebastián, un joven que hacía fila con su vehículo, dijo que estuvo esperando por 10 minutos. "Justo vi que la cola no era tan larga y me quedé", expresó. En su caso, el joven siente que la situación "sigue igual y que no mejoró para nada". Contó que en estos días estuvo saliendo una hora y media antes de su casa para poder esperar en las filas de las estaciones sin llegar tarde a sus responsabilidades. Sin embargo, y comparando con otras estaciones de servicio, el joven consideró que en esa estación había menos tiempo de espera.