Contradicciones del sistema, esos pozos grises en los que caen algunos de los estudiantes -tanto del nivel secundario como del universitario- que deben realizar la renovación de la tarjeta estudiantil, y que parecen no tener una solución. 

Para entrar en detalle, uno de los primeros escollos que encuentran los chicos de 13 años que van a renovar el carnet, porque pasaron al secundario, es que desde la empresa se les reclama el certificado de alumno regular, o el recibo de inscripción. Bueno, desde las escuelas públicas -que no tienen recibo de inscripción  ya que son gratuitas - ante el reclamo de los padres, advierte que el certificado de alumno regular solo entrega pasados los 20 primeros días de clases. Los estudiantes que recién inician el secundario, algunos, tienen la suerte de tener el recibo del pago de la Cooperadora de la escuela, y a lo mejor, también tienen suerte con la atención de escritorio de Saeta. La suerte es encontrarse con un administrativo caritativo, que por piedad, inicie el trámite con el recibo de la Cooperadora. 

Pero para llegar a esta instancia burocrática, antes tiene que conseguir turno, y esa es otra odisea. 

En el caso de las oficinas que Saeta tiene en el Paseo Salta, no hay turnos para renovación estudiantil hasta agosto y si tiene dudas, incluso hasta noviembre. 

En esta captura de pantalla del servicio, se puede ver la agenda de turnos de marzo y abril, que no dispone de horarios. 

Y sin esperanzas en agosto tampoco. 

La empresa de transporte público cuenta con otra oficina ubicada en Pellegrini  y Tucumán donde todos los estudiantes de los cuatro puntos cardinales de Salta, pueden acercarse a hacer el trámite. 

Hasta la tarde de hoy, solo quedan algunos turnos disponibles en abril. 

Turnos que no se respetan y cancela el "sistema"

Aquellos que tuvieron suerte de conseguir un turno, para la jornada de hoy, luego de buscar toda la documentación requerida, se enfrentaron a una cancelación de turnos automática del sistema. Para explicar  esta situación, El Tribuno recurrió a los testimonios de los usuarios, que desde las 14 esperaban ser atendidos, aún cuando su turno era a las 15. 

Es que las malas noticias corren rápido, y al parecer varios ya sabían que el sistema de Saeta cancela los turnos por "llegada tarde". El problema es que cuando se presentan en la oficina, luego de hacer el turno, desde la seguridad del edificio de Pellegrini y Tucumán los dirigen a realizar una fila de espera. 

En el caso de esta tarde, más de 30 personas adultas con sus chicos, esperaban ser atendidos, con turno habilitado para las 15,  y otras de 20 personas para las 15,15. 

El problema fue ante la demora en la atención, a las 15,15, los que tenían turno para las 15, fueron notificados que su turno fue cancelado por inasistencia, y que el sistema los sanciona para un nuevo turno. 

En este caso un usuario quiso sacar otro turno en el mismo momento de la cancelación del sistema, y la respuesta fue la notificación de la sanción. 

Y ahora la lluvia

A todo esto, se sumó la tormenta. Y es que justo a las 15,10 el cielo se caía sobre las oficinas de Pellegrini y Tucumán, donde a sabiendas de las "trampas" del sistema, todos se desesperaban por ser atendidos y que todos los certificados que tenían listos para presentar no queden pasados por agua, como ya estaban padres y chicos. 

Entre los presentes durante esta situación se encontraba Hugo Farfán, junto a su esposa para realizar los trámites de la primera tarjeta de Saeta de su hijo. Tanto Farfán como su esposa son sordos y vivieron un mal momento a la hora de realizar el trámite, ya que le ocurrió lo que a varios: el turno de canceló automáticamente. 

Mientras el resto de los presentes escuchaba las explicaciones de lo que ocurría, la esposa de Farfán les reclamó que escriban lo que decían. "Se negaron y después de varios intentos, sin respuetas. Otra vez a sacar turno. Obtuve uno para el otro mes", expresó Farfán a este medio, haciendo su reclamo y relatando lo sucedido. 

“Voy hoy y me dicen que está mal el turno, sin explicar porqué. Tampoco me explicaron que la página se satura. Dos veces fui. El mal momento que pasa mi nene de 4 años y tener que faltar al trabajo para tramitar el pase estudiantil. Encima hoy con la lluvia reciente. Es urgente que cuenten con un intérprete de señas allí. No pueden hacerme ir y venir sólo porque no quieren escribir,  como les pedí que hicieran. Empleados que hayan  hechos cursos de LSA no es lo mismo que interpretes”, expresó Farfán a nuestro medio.